La lucha contra lo polémico Imane Khelif detuvo a la boxeadora Angela Carini después de 46 segundos. Luego se negó a estrechar la mano de su oponente, algo de lo que ahora se arrepiente.
La boxeadora italiana Angela Carini ha pedido disculpas tras el escándalo del apretón de manos en los Juegos Olímpicos tras su pelea contra Imane Khelif. “Esa no era mi intención”, dijo Carini al periódico deportivo italiano Gazzetta dello Sport. “En realidad quiero disculparme con ella y con todos los demás. Estaba enojado porque mis Juegos Olímpicos se habían desvanecido en el aire”.
Carini había recibido un puñetazo en la cara dentro de los primeros 30 segundos de la pelea. Luego, su entrenador ajustó su casco en la esquina del ring. Carini intentó pelear de nuevo, pero interrumpió el duelo unos segundos después. Después de que se anunció el ganador de la pelea, ella se negó a estrechar la mano de Khelif. Ahora dejó en claro que abrazaría a su oponente la próxima vez que se encontraran.
Mientras tanto, había estallado un acalorado debate sobre Khelif en el período previo al enfrentamiento. Su participación en los Juegos Olímpicos se considera crítica. La razón: la argelina es una de las dos boxeadoras admitidas en el torneo de París, aunque el año pasado no cumplió los criterios de admisión en el Campeonato Mundial. No había pasado una prueba de género.
“Toda esta polémica me entristece”, enfatizó Carini. “También lo siento por mi oponente. Si el COI (Comité Olímpico Internacional, nota del editor) dijo que ella puede pelear, respeto esa decisión”.
Khelif nació mujer y está registrada como tal. Ella “vivió su vida como mujer, boxeó como mujer y tiene un pasaporte femenino”, explicó el viernes el portavoz del COI, Mark Adams.