Un juez federal en el estado estadounidense de Texas suspendió la licencia para usar la píldora abortiva. Como resultado, su uso puede prohibirse en todo el país. Pero en Washington, el tribunal decidió todo lo contrario poco después.
El fallo del juez de Texas es una «orden judicial preliminar». El Departamento de Justicia de Estados Unidos ya ha dicho que apelará el fallo.
Cuatro grupos antiaborto y cuatro médicos antiaborto habían presentado el caso. Demandaron al regulador médico estadounidense FDA en noviembre. Según los demandantes, no se tuvo suficientemente en cuenta los riesgos para las niñas menores de dieciocho años que usan la píldora abortiva mifepristona. Este medicamento fue aprobado en 2000 y se usa para interrumpir un embarazo dentro de las primeras diez semanas.
No mucho después de que el juez de Texas dictaminara, el juez federal de Washington decidió lo contrario. De hecho, diecisiete estados habían solicitado que no se cambiara la aprobación de la FDA.
El presidente Joe Biden calificó la decisión del juez federal de Texas el viernes como un «paso sin precedentes para quitarles las libertades básicas a las mujeres». La aprobación de la droga fue suficientemente respaldada por la ciencia, según el gobierno. El gobierno de Biden va a impugnar el caso.