A mediados de enero se anunció que Kerry, exsenador y excandidato presidencial demócrata, dimitiría del gobierno de Biden. Kerry, de 80 años, ha pasado los últimos tres años trabajando en política climática global en nombre de Washington. Por ejemplo, dirigió debates en cumbres climáticas en nombre de Estados Unidos. Ahora, según los medios estadounidenses, Kerry cree que la mejor manera de ayudar al clima es lograr la reelección de Biden.
Podesta, de 75 años, ya es uno de los principales asesores de Biden en materia climática y está trabajando en la Casa Blanca para guiar la implementación de la Ley de Reducción de la Inflación. Esa ley libera cientos de miles de millones de dólares para la producción de energía limpia y otras medidas para limitar el calentamiento global.
A diferencia de Kerry, que trabajó desde el Departamento de Estado, Podesta permanecerá en la Casa Blanca en su nuevo cargo. Conserva el título de «asesor oficial principal del presidente sobre política climática internacional». Esto evita la necesidad de que el Senado confirme su nombramiento, un requisito para los enviados del Departamento de Estado, según The Washington Post.