Jesse Chandler le devolvió la vida a Midlake y deberíamos estar felices por eso ★★★★☆

La portada del nuevo álbum de Midlake presenta un retrato del padre del tecladista y flautista Jesse Chandler. Fue él quien se encargó del despertar de la banda, que ha estado en hibernación desde 2013. En un sueño le dijo a su hijo que tenía que volver a juntar a la banda. Afortunadamente. Porque For the Sake de Bethel Woods te vuelve a sumergir en un cálido baño de rock suave psicodélico. Música que evoca un suave anhelo por cosas y personas que ya no están. Para Bethel Woods, por ejemplo, ‘un tiempo y un lugar donde una vez estuvo la paz’. La canción trata sobre la peregrinación de Chandler y su padre al lugar donde tuvo lugar Woodstock. O el noble bellamente tejido en armonía. Midlake ha estado lidiando con una melancolía frágil desde su exitoso álbum The Trials Of Van Occupanther. Y aunque la banda de Texas lleva más rockeando desde el disco anterior Antiphon y permitiendo elementos de otros géneros -ese bajo jazzístico corre en Gone- son las canciones como palacios de suave contemplación las que más impresionan.



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