El Reino Unido y Japón terminaron su primer ejercicio militar en tres años cuando los comandantes advirtieron sobre una «aguda desestabilización» en el entorno de seguridad causada por la invasión de Rusia a Ucrania y una China cada vez más asertiva.
La operación de entrenamiento de nueve días para fortalecer la defensa de la isla, denominada «Vigilant Isles 22», es la última señal de la profundización de los lazos de defensa entre los dos aliados de EE. UU. en el Indo-Pacífico.
La Fuerza Terrestre de Autodefensa de Japón y el ejército británico practicaron la recuperación de una isla incautada por las fuerzas enemigas en ejercicios en un campamento militar en Gunma, en el centro de Japón, y un campo de tiro aire-tierra en Aomori, en el norte.
Si bien funcionarios japoneses y británicos dijeron que el ejercicio no tenía como objetivo un país o una isla específicos, el entrenamiento se llevó a cabo a medida que aumentaban las tensiones en torno a Taiwán, particularmente después de que China realizara ejercicios militares a gran escala para protestar por la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taipéi en agosto.
El Pentágono dijo en un informe el martes que, incluso antes de la visita, China había realizado ejercicios de «incautación de islas» cada vez más frecuentes en 2021.
Luego de una ceremonia de clausura el miércoles, el teniente general Tadao Maeda, comandante general, enfatizó que la «cooperación de defensa multinacional» era necesaria para abordar las tensiones en la región del Indo-Pacífico y la imprevisibilidad causada por la guerra en Ucrania.
“Reconocemos que existe un nivel completamente nuevo de incertidumbre y una complejidad cada vez mayor en la situación mundial actual”, dijo.
Citando el programa nuclear de Corea del Norte y los intentos de algunos países de la región de cambiar el statu quo por la fuerza, una frase que Japón suele usar para referirse a China, Maeda agregó: “Esto está conduciendo a una fuerte desestabilización en todo el mundo”.
El teniente general Ralph Wooddisse, comandante del ejército de campo, dijo que “ejercicios como estos contribuyen a nuestros esfuerzos combinados para ver un Indo-Pacífico libre y abierto”.
Los lazos más estrechos entre el Reino Unido y Japón se producen cuando el primer ministro británico, Rishi Sunak, advierte que la «era dorada» de las relaciones del Reino Unido con China ha terminado.
El Reino Unido y Japón también están trabajando en un acuerdo para desarrollar un avión de combate de próxima generación con Italia, que si se cierra marcaría la primera vez que Tokio elige socios no estadounidenses para un programa militar tan importante.
En diciembre, se espera que los dos países firmen un pacto de defensa llamado Acuerdo de Acceso Recíproco para facilitar los ejercicios conjuntos y la cooperación logística entre las naciones.
Las SDF también han reforzado los ejercicios militares con otros países europeos, con las fuerzas aéreas japonesas y alemanas realizando su primer ejercicio conjunto en Japón en septiembre.
Esta semana, el primer ministro Fumio Kishida ordenó a su gabinete que encontrara los fondos para aumentar el gasto de defensa de Japón al 2 por ciento del producto interno bruto para 2027, estableciendo un objetivo numérico por primera vez.
El país planea aumentar su presupuesto de defensa en aproximadamente un 11 por ciento a más de ¥ 6 billones ($ 43 mil millones) para el año hasta marzo de 2024. También está considerando desarrollar capacidades de contraataque contra bases enemigas y quiere misiles de crucero de fabricación nacional con un alcance que puede atacar objetivos en China.