El ministro japonés de Industria, Yasutoshi Nishimura, anunció que Tokio quiere abrir conversaciones con Estados Unidos y la Unión Europea para la creación de reglas comunes sobre subsidios…
El Ministro de Industria japonés, Yasutoshi Nishimura, anunció que Tokio desea abrir conversaciones con Estados Unidos y la Unión Europea para la creación de normas comunes sobre subvenciones públicas. Objeto de múltiples planes de apoyo en todo el mundo, las industrias de los vehículos eléctricos y de los semiconductores están en el centro de la propuesta.
La UE, Japón y Estados Unidos intentarán llegar a un acuerdo
Las negociaciones entre Japón, la UE y Estados Unidos podrían comenzar a finales de año. “ Trabajaremos en los detalles para sincronizar nuestras políticas de subvenciones, » dijo Yasutoshi Nishimura a Nikkeis asiáticos. Otros temas estarán en el centro de las discusiones. Al Japón le gustaría examinar la cuestión del suministro de materiales esenciales para la producción de automóviles y componentes electrónicos limpios, y la de las inversiones en la transición verde.
Mientras muchos países se esfuerzan por reducir sus emisiones de carbono y fortalecer su seguridad económica, el gobierno japonés teme que las grandes potencias adopten reglas proteccionistas que dejen de lado el libre comercio. El Ministro de Industria japonés indica: querer trabajar con países con ideas afines para establecer cadenas de suministro y marcos de adquisiciones sin caer en el proteccionismo «.
Por tanto, las tres partes deberían discutir los requisitos medioambientales para que los fabricantes de vehículos eléctricos obtengan subvenciones. Algunos de ellos ya han adoptado medidas en este sentido. En Estados Unidos, al menos el 50% de los componentes de la batería de un vehículo eléctrico deben provenir del país para que su fabricante sea elegible para un crédito fiscal a través de la Ley de Reducción de Inflación (IRA).
Cuando se trata de semiconductores, la UE, Estados Unidos y Japón tienen cada uno su propia estrategia para mejorar sus capacidades de producción y su cadena de suministro. Los dos primeros han aplicado una Ley de Chips destinada a subvencionar a las empresas del sector que se instalen en sus territorios con varias decenas de miles de millones de dólares. Japón ha adoptado una estrategia similar, encabezando la creación del consorcio Rapidus.
Crear un entorno competitivo sano y justo para todos
En el trasfondo de estas discusiones, el inevitable Reino Medio. Beijing ha estado subsidiando alegremente su industria de semiconductores desde 2014, mientras que Estados Unidos busca obstaculizar su progreso en este ámbito. La cuestión de los vehículos eléctricos también se ha convertido en objeto de tensiones comerciales. La Unión Europea, considerando que el apoyo financiero distorsionaría el mercado, ha iniciado una investigación sobre las subvenciones públicas en China. Un tema sobre el que también había flotado el espectro de una guerra comercial entre Washington y Bruselas tras la adopción del IRA, sin llegar tan lejos.