Esta es una paradoja que se destaca periódicamente cuando se trata de Japón: el país que ha construido y mantenido su poder económico a través de un nivel tecnológico avanzado es también el que tiene más dificultades para separarse de prácticas obsoletas. El pasado 22 de enero, el importante Ministerio de Economía, Comercio e Industria (METI) anunció medidas para acabar con el uso de disquetes en determinados procedimientos administrativos.
“Japón, un país entre tradición y modernidad”
Japón es un país donde se está desarrollando la conexión a Internet más rápida del mundo y donde, al mismo tiempo, el fin de Internet Explorer está perturbando las empresas y la administración. También es un país a la vanguardia en el tema de las monedas digitales de los bancos centrales, aunque la población se muestra reacia a pagar más que en efectivo…
El uso del disquete en las administraciones es uno de esos anacronismos junto al fax o la firma con sello. METI es una de las primeras instituciones a este nivel en tomar medidas. Se aprobaron 34 órdenes para poner fin al uso obligatorio de disquetes. Otros apuntan al CD-ROM.
El ministerio explica en su comunicado de prensa que “ Muchas disposiciones de la legislación actual prevén el uso de soportes de grabación específicos, como disquetes, para los métodos de solicitud y notificación, y determinadas situaciones dificultan la realización de procedimientos en línea. “.
La lucha contra los disquetes se remonta a algunos años atrás. Fue Taro Kono, Ministro de Reforma Digital, quien encabezó la postura más proactiva sobre el tema. Poco después de asumir el cargo en el verano de 2022, declaró el “ guerra en disquetes “. Luego hizo una pregunta sencilla: “ ¿Dónde se puede comprar un disquete hoy en día? “. Una verdadera ironía, Sony dejó de fabricarlos en 2011.
El disquete se resiste
Un estudio apoyó este enfoque. Reveló que 1.900 pedidos, en varios ministerios, requerían el uso de soportes físicos como disquetes, CD-ROM o MiniDiscs. La situación afectó y afecta a casos nada baladíes, como la gestión del gas, la electricidad, el agua, la fabricación de aviones o las armas, informan los medios locales. SoraNoticias24.
La burocracia japonesa es a menudo acusada de conservadurismo y criticada por su dificultad para deshacerse de prácticas arraigadas durante décadas. Un problema para la adopción de la nube y otras prácticas digitales que facilitarían la gestión administrativa.
Según un ranking difundido por Ars Técnica Según el Institute for Management Development de la escuela de negocios suiza, Japón ocupa sólo el puesto 32 en términos de competitividad digital. La latencia con la que un gran ministerio ha asumido esta guerra con el disquete tiende a demostrar el camino que le queda por recorrer al país.