Japón actualizará sus misiles de crucero e investigará armas hipersónicas mientras busca aumentar significativamente el gasto militar para contrarrestar lo que Tokio ve como la creciente amenaza de China.
El Ministerio de Defensa solicitó el miércoles un presupuesto récord de 5,6 billones de yenes (40.000 millones de dólares) para el año hasta marzo de 2024, en comparación con los 5,4 billones de yenes en gastos planificados para el año fiscal actual.
Pero personas con conocimiento de las discusiones ministeriales internas dijeron que el presupuesto final superaría al menos los 6 billones de yenes después de la inclusión de solicitudes adicionales de equipo militar que se realizarán a fines de 2022, cuando Japón publicará una nueva estrategia de seguridad nacional y lineamientos de defensa. Esto convertiría a la cifra en uno de los mayores aumentos del gasto militar del país en la posguerra.
Tokio ha estado aumentando constantemente su presupuesto de defensa durante la última década, pero el gasto se ha mantenido equivalente a aproximadamente el 1 por ciento del producto interno bruto, que es bajo para los estándares mundiales.
Eso está a punto de cambiar bajo el mandato del primer ministro Fumio Kishida, quien se comprometió a mejorar “significativamente” las capacidades de defensa después de que la invasión rusa de Ucrania generó temores de que China podría hacer un movimiento similar contra Taiwán.
El gobernante Partido Liberal Democrático ha pedido a Japón que iguale el objetivo de la OTAN de que los estados miembros gasten el 2 por ciento del PIB en defensa, pero el gobierno no ha fijado un objetivo específico.
Las personas familiarizadas con las discusiones presupuestarias dijeron que Japón estaba considerando desarrollar misiles de crucero de cosecha propia que tendrían un alcance de más de 1,000 km. Esto permitiría a Japón atacar objetivos dentro de Corea del Norte o China desde barcos y aviones de combate.
Se espera que los misiles tierra-barco de largo alcance formen la base de las capacidades de primer ataque contra las bases enemigas que Japón, que tradicionalmente se ha comprometido con una postura militar puramente defensiva, está considerando como parte de la estrategia de seguridad nacional.
Es probable que esas deliberaciones se intensifiquen después de que China llevó a cabo una serie de ejercicios militares sin precedentes en respuesta a una visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi. Tokio criticó a Beijing por disparar misiles balísticos a la zona económica exclusiva de Japón por primera vez como parte de los simulacros de este mes.
Se espera que la actualización de la capacidad de misiles de crucero sea parte de una larga lista de compras de artículos adicionales que el Ministerio de Defensa planea poner etiquetas de precio para fines de 2022.
La solicitud de presupuesto incluía desembolsos para realizar simulacros en las aguas del extremo sur de la cadena de islas Ryukyu, que Tokio llama las islas Nansei, donde China ha aumentado recientemente su presencia naval. También incluyó el gasto en vehículos aéreos no tripulados, así como en seguridad cibernética y capacidades espaciales.
Keitaro Ohno, un parlamentario del PLD que estuvo a cargo de asuntos de seguridad económica, dijo que el debate sobre el fortalecimiento de las capacidades de Japón no debe centrarse solo en los misiles y otras armas, sino también en la investigación y el desarrollo, el crecimiento de las empresas de defensa nacionales y otras necesidades básicas como las municiones.
“En lugar de simplemente aumentar el equipo de combate, debemos centrarnos en construir una estructura sólida para la industria de la defensa”, dijo Ohno.
Aún no está claro hasta qué punto la administración de Kishida puede aumentar realmente el gasto militar. El primer ministro necesitará el respaldo del socio de coalición del PLD, Komeito, que obtiene su apoyo de los votantes budistas, para ampliar el presupuesto y agregar capacidades de primer ataque.
Se espera que esas conversaciones comiencen en octubre.
“Komeito puede hacer demandas difíciles y existe el riesgo de que no se aprueben solicitudes individuales adicionales de gasto”, dijo un alto parlamentario del PLD.
Algunas personas dentro del PLD han pedido al gobierno que use el presupuesto de defensa de este año para enviar un fuerte mensaje sobre seguridad. Pero otros han cuestionado cómo Japón financiará grandes desembolsos, ya que también aborda el envejecimiento de la población y el aumento del gasto en seguridad social.