Jan Meester (95), de Veenhuizen, estaba listo para despedirse de la secuoya gigante en Koopmansplein, pero el municipio comete un error

Jan Meester (95), de Veenhuizen, se preparaba para despedirse de su querida secuoya gigante. Ha crecido nada menos que 22 metros de altura en cuarenta años. Por lo tanto, el árbol representa un peligro: si cae, causará daños importantes. Por eso Jan ha decidido que este año el árbol se pueda colocar en Koopmansplein.

Pero cuando los trabajadores municipales llegan a su casa para talar el árbol y llevárselo, resulta que todo resulta diferente.

Vea el retrato de Jan y su árbol aquí:



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