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Las historias que importan sobre el dinero y la política en la carrera por la Casa Blanca
Jake Sullivan realizará su primera visita a China como asesor de seguridad nacional de Estados Unidos la próxima semana para conversar con el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, como parte del “canal estratégico” creado por las dos superpotencias para estabilizar las relaciones.
Sullivan se reunirá con Wang a partir del martes, según un funcionario estadounidense. La última vez que se reunieron fue en Bangkok en enero, dos meses después de que el presidente Joe Biden y su homólogo chino Xi Jinping celebraran una cumbre en San Francisco.
Su visita es parte de un esfuerzo más amplio para estabilizar la relación entre las dos superpotencias, que alcanzó un nuevo mínimo el año pasado después de que un globo espía chino sobrevolara América del Norte.
Pero las tensiones siguen siendo altas por cuestiones que abarcan desde el Mar de China Meridional y Taiwán hasta los desacuerdos sobre los controles estadounidenses a las exportaciones de tecnología y el apoyo de China a Rusia.
La Casa Blanca espera que Wang pregunte sobre las elecciones estadounidenses, que han dado un giro sorprendente desde su última reunión con Sullivan, con la vicepresidenta Kamala Harris reemplazando al presidente Joe Biden al frente de la lista del Partido Demócrata.
La carrera entre Harris y Donald Trump sigue reñida, y el expresidente ha amenazado con imponer duros aranceles contra Pekín si es elegido.
En los últimos 16 meses, Sullivan y Wang han mantenido varias reuniones sin previo aviso (en Viena, Malta y Bangkok) en un intento de reducir las probabilidades de que la relación, cada vez más competitiva, derive en un conflicto, en particular por Taiwán. También se reunieron en Washington en octubre de 2023 antes de la cumbre de líderes.
El funcionario estadounidense dijo que Sullivan y Wang discutirían temas que abarcan desde Taiwán y las políticas de seguridad nacional relacionadas con la tecnología hasta las preocupaciones de Estados Unidos sobre el apoyo de China a Rusia. Estados Unidos también planteará preocupaciones sobre las acciones agresivas de China hacia Filipinas, un aliado de Estados Unidos, en el Mar de China Meridional.
“Se trata en parte de mantener la estabilidad durante un período de gran actividad política en Estados Unidos y… incertidumbre geopolítica general”, dijo el funcionario.
Según la fuente, Wang probablemente preguntará: “Cómo sería un traspaso de testigo de Biden a Harris” si ella gana las elecciones de noviembre. La fuente dijo que Sullivan diría que esperaba “más continuidad que cambio en la política hacia China” con Harris.
El funcionario dijo que Sullivan y Wang también discutirían la posibilidad de que Biden y Xi tengan un compromiso final antes de que el presidente estadounidense deje el cargo en enero, y agregó que una reunión en persona «no está descartada».
«No hemos propuesto nada, pero la idea de que se vean una última vez antes de que el presidente deje el cargo… no está descartada», dijo el funcionario, quien señaló que ambos líderes probablemente asistirán al foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico y al G20 en noviembre.
Biden y Xi acordaron establecer el canal cuando se reunieron en Bali, Indonesia, a fines de 2022. También acordaron tener una serie de visitas recíprocas de altos funcionarios. Pero los planes se frustraron cuando un globo espía chino sobrevoló América del Norte unos meses después.
Para Beijing, la visita de Sullivan marca el último paso en los esfuerzos por hacer que la relación salga del borde de un equilibrio incómodo después de las perturbaciones causadas por la guerra comercial durante la presidencia de Trump, la pandemia, la guerra de Ucrania y el incidente del globo.
China necesita un entorno internacional más estable, ya que depende de su motor exportador para guiar su economía a través de las consecuencias de una profunda caída del mercado inmobiliario que está socavando la confianza de los hogares.
Si bien el canal Sullivan-Wang ha ayudado a estabilizar las relaciones, Estados Unidos y China siguen en desacuerdo sobre muchas cuestiones. China no confía en la administración Biden, que, según los funcionarios chinos, ha sido poco sincera al pedir mejores relaciones mientras continúa con las políticas de Trump y fortalece las alianzas estadounidenses en la región.
Estados Unidos afirma que China a menudo critica a Washington por su enfoque sin aceptar el papel que han desempeñado sus propias políticas.