Tercera en la batería, 20ª contrarreloj de las 24 clasificadas. El olímpico. “Los 100 metros no se pueden improvisar, hoy ha ido como ha ido y hay tantas cosas que arreglar a nivel técnico. A ver…”
Finalmente Jacobs. 71 días después de la última aparición, Italia encuentra a su máxima velocista, todo menos perfecta, pero viva y hambrienta de pista como hacía tiempo que no ocurría. Solo le falta rodar en 10”15 y terminar tercero (20º tiempo de los 24 ascendidos) para ganarse una plaza en las semifinales de mañana, como hace un año en el Campeonato del Mundo de Eugene. Esta vez, sin embargo, no hay muecas de dolor, sino sonrisas y ganas de volver a pelear: “Era importante estar aquí para competir -dice la olímpica de 100 metros- y volver a escuchar ese ambiente después de todos estos meses. Los 100 metros no se pueden improvisar, hoy ha ido como ha ido y hay muchas cosas que arreglar a nivel técnico. Probablemente tuve el peor comienzo de mi vida, tuve una carrera en recuperación y no me importó la última parte. A ver mañana, es otro día”. Sí, mañana, a las 16.35 horas, le espera una semifinal trepidante: el azul en la calle 3, Noah Lyles a su derecha en la cuarta y el keniano Ferdinand Omanyala en la quinta.
Ceccarelli fuera
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Nada que hacer, sin embargo, para Samuele Ceccarelli, en una velada en la que sobre el papel la clasificación para la segunda vuelta estaba a su alcance. Lyles y Omanyala se escapan en 9″95 y 9″97, la azul campeona de Europa indoor de 60 para en 10″26. “Rosico un poco porque se podría haber hecho algo mejor. Durante la mitad de la carrera estuve al lado de Omanyala, luego me faltó la relajación que debería haberme acompañado hasta la meta, pero en las últimas semanas he tenido algunos pequeños problemas y me he perdido algunos entrenamientos. Me hubiera gustado lograr mi objetivo, pero no puedo estar triste porque ha sido una temporada muy rica, competir a este nivel me deja feliz y con excelentes perspectivas para el próximo año”.
19 de agosto – 21:54
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