‘It’s in my heart’ es un maravilloso documental sobre cómo se hizo la compañía de teatro Kamak


hassan bahara

“Hambre de piel”, ¿recuerdas? Esa curiosa palabra utilizada para describir la necesidad de contacto físico con los demás durante la pandemia del coronavirus. Un beso en la mejilla, un abrazo: tuvimos que pasar sin él durante demasiado tiempo.

en el documental esta en mi corazonsobre la compañía de teatro Kamak, se podrá ver el miércoles por la tarde en La hora del lobo, hay un fragmento en el que esta hambre de piel se hace apasionantemente palpable. Los actores Rijk y Joeri caen sollozando en los brazos del otro cuando se reencuentran. Parados juntos en el escenario, abrazándonos, finalmente es posible de nuevo.

“Estamos juntos de nuevo”, solloza Rijk.

esta en mi corazon es un documental del maravilloso género making-of, en el que un cineasta sigue a un grupo de personas que intentan sacar el máximo partido de sí mismas para crear algo grandioso. En este caso, la creadora Saskia Boddeke sigue al conjunto de Kamak mientras ensaya para la obra post-coronavirus. Furiauna historia barroca sobre los siete pecados capitales, interpretada por actores empolvados de blanco y con largas pelucas.

Los actores de Kamak ponen en escena la obra ‘Furia’.Imagen NTR

Lo adictivo de este tipo de documentales es que obtienes una visión reveladora de la creación de una historia de éxito. Sabes qué sacrificios se han hecho, qué obstáculos se han superado. A cambio de tanta apertura y vulnerabilidad, como espectador le deseas al retratado nada menos que el mayor de los éxitos.

Boddeke logra hábilmente esta participación del espectador al enfocarse en las relaciones mutuas entre los actores. Son hermosos, conmovedores, pero a veces espinosos. Por ejemplo entre Anne, Tim y Rijk. Anne tiene una relación con Rijk, el ‘chico bonito’ de la compañía de teatro. Pero Rijk también interpreta una escena íntima con Tim, a quien le gustan los hombres y desarrolla sentimientos por Rijk. Un dilema que podría trastocar la producción de la obra.

“Tim tiene que respetar los límites”, dice Anne con ironía. Al final, Tim acepta y decide ‘dejarlo’.

También hay tensión entre la protagonista Marian y su colega Ayle. En escenas en las que no está claro si habrá o no actuación, las mujeres chocan: una verdadera pelea amenaza, ¿o juegan un papel? En cualquier caso, los compañeros intervienen a tiempo y saben prevenir cosas peores.

También hay diversión entre los actores. Pero son baches como este los que hacen que el camino hacia la gran final sea más sabroso. Las batallas y las relaciones triangulares se han superado para crear algo memorable.

Aquí la mano del autor de Boddeke se destaca aún más. El juego Furia se filma en gran parte al aire libre, en un paisaje de dunas de color marrón verdoso, con poca luz. El resultado final es un siniestro cuento de hadas, protagonizado por actores que te desean este éxito en cada fibra de tu cuerpo.

Y luego ni siquiera he mencionado que los actores de esta gran actuación tienen una discapacidad intelectual.



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