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El ministro de Defensa de Italia, Guido Crosetto, ha pedido mayores esfuerzos diplomáticos para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania, a pesar de las advertencias de Kiev de que Moscú no tiene intención de hacerlo.
Crosetto dijo en una audiencia parlamentaria el miércoles que Italia buscaría “una estrategia de doble vía” con apoyo militar a Kiev, junto con más compromisos hacia un “acuerdo negociado”.
«Debemos ser realistas y no podemos ignorar la situación militar en el terreno», dijo Crosetto mientras los legisladores aprobaban más ayuda bilateral a Kiev. «Parece haber llegado el momento de una acción diplomática eficaz».
Italia se ha visto durante mucho tiempo como un puente entre Rusia y Europa occidental, dadas las fuertes relaciones del Partido Comunista Italiano con la Unión Soviética durante la Guerra Fría. Cuando Moscú lanzó su invasión a gran escala de Ucrania en 2022, muchos temieron que Roma pudiera resultar un eslabón débil, particularmente después del inesperado colapso del gobierno del ex primer ministro Mario Draghi, un evento en el que muchos italianos sospechaban de la mano rusa.
Pero Giorgia Meloni, la primera ministra de derecha que sucedió a Draghi, ha sido feroz en su denuncia de la agresión de Rusia y en su apoyo a Volodymyr Zelenskyy, presidente de Ucrania.
Crosetto insistió en que su llamado a la diplomacia no reflejaba un debilitamiento del apoyo de Roma a Kiev o su determinación de lograr una «paz justa» y advirtió que abandonar Ucrania tendría importantes repercusiones para la seguridad europea.
Sin embargo, en un análisis sobrio de las fortalezas militares y políticas de Ucrania, Crosetto, quien anteriormente fue presidente de la asociación de la industria de defensa de Italia, expresó su preocupación por “la verdadera capacidad ucraniana para contrarrestar las fuerzas rusas. . . en una condición de persistente inferioridad numérica y aérea”.
«Desafortunadamente, la contraofensiva de verano de Ucrania no dio los resultados deseados», dijo, advirtiendo que 2024 sería un «año crítico» para el futuro de Ucrania.
Insistió en que los esfuerzos diplomáticos irían acompañados de una continua ayuda militar a Ucrania, de la cual Italia está preparando ahora un octavo paquete, justo cuando asumió la presidencia del G7.
«Tenemos dos caminos: el de la ayuda sin ‘condiciones y peros’, y el de intentar construir un camino diplomático que nos lleve al fin del conflicto», dijo. «Los próximos meses tendrán que equilibrar la disuasión y la diplomacia».
Pero Crosetto también dijo que las conversaciones sólo podrían comenzar si Rusia cesara sus ataques con misiles y drones contra Ucrania. «Podremos empezar a hablar cuando las bombas dejen de caer», afirmó. «Tenemos que convencer a los que están atacando para que dejen de hacerlo».
Los cambios en el clima político en Kiev y Moscú podrían conducir en última instancia a un gran avance, afirmó.
«En Ucrania, el frente interno ya no parece tan unido como en el pasado para apoyar las políticas del presidente Zelenskyy, lo que pone de relieve algunas diferencias políticas», dijo. Putin también enfrentó desafíos económicos y una creciente fatiga de guerra entre la población rusa, añadió.
Pero Zelenskyy se ha mantenido firme (y las encuestas nacionales muestran un apoyo abrumador a su posición) en que no puede haber negociaciones con Rusia hasta que las fuerzas de Putin se retiren completamente de las tierras ucranianas.
El líder de Rusia tampoco ha mostrado interés en negociar a menos que Ucrania capitule, afirmó Zelenskyy. Cualquier acuerdo para detener los combates ahora sería una medida que permitiría a Rusia reagruparse y prepararse para nuevos ataques contra Ucrania, sostiene Kiev.
“Creo que debemos prestar atención a la retórica del presidente de la Federación Rusa. Él no va a parar. Quiere ocuparnos por completo”, dijo Zelenskyy el miércoles durante una visita inesperada a la capital lituana, Vilnius, la primera parada de una gira por los países bálticos destinada a conseguir apoyo para los esfuerzos defensivos de Kiev.
Putin dijo durante una maratónica conferencia de prensa televisada a nivel nacional y altamente organizada el mes pasado que los objetivos de Rusia en Ucrania permanecían «sin cambios».
«Habrá paz cuando logremos nuestros objetivos», afirmó. Luego reiteró esos objetivos, que incluyen la “desnazificación” y la “desmilitarización” de Ucrania, además de garantizar que nunca pueda unirse a la OTAN.