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La policía financiera italiana ha confiscado 121 millones de euros a una unidad de Amazon con sede en Milán después de que el gigante del comercio electrónico fuera acusado de presunto fraude fiscal y malas prácticas laborales en su red logística.
La Fiscalía de Milán afirmó el martes, en una orden que autoriza la incautación, que Amazon Italia Transport había creado un «complejo fraude fiscal» al ocultar la naturaleza de su relación con los mensajeros de su red de distribución.
Amazon es la última de una serie de importantes empresas de logística que están bajo la lupa de las autoridades italianas por su cumplimiento tributario y sus prácticas laborales. La fiscalía de Milán ha llevado a cabo investigaciones similares sobre los grupos de reparto globales DHL y United Parcel Services, a los que también se les ha incautado dinero en efectivo.
En la orden de 94 páginas que autoriza la incautación de efectivo del martes, el fiscal dijo que los mensajeros de Amazon estaban empleados formalmente por subcontratistas autónomos que «omitían sistemáticamente» pagar el IVA obligatorio, así como las contribuciones a la seguridad social y al bienestar.
Sin embargo, la orden señala que Amazon Italia Transport, una subsidiaria de Amazon Europe creada en 2016, había ejercido “los poderes específicos de los empleadores” sobre los trabajadores, que incluían “organizar las actividades de los repartidores individuales, administrar sus operaciones, controlar su trabajo y proporcionar los equipos informáticos y de TI necesarios para realizar los servicios”.
El documento agregó que el establecimiento de “una estructura piramidal compleja y fraudulenta”, que involucra a proveedores de mano de obra formalmente autónomos y varios intermediarios, permitió a Amazon eludir impuestos y otros pagos relacionados con la mano de obra, ayudando así a mantener sus precios competitivos.
El dinero incautado como medida preventiva se relaciona con el valor de las presuntas malas prácticas del año 2017 al 2022, según la orden.
Amazon ha negado haber cometido alguna irregularidad. “Cumplimos con todas las leyes y regulaciones aplicables en los lugares donde operamos y exigimos que las empresas que trabajan con nosotros hagan lo mismo”, afirmó la empresa en un comunicado el martes.
Agregó que la empresa y sus socios se adhieren a “los estándares más altos” y que los proveedores deben seguir un código de conducta. Amazon agregó que “ayudará a las autoridades pertinentes con sus investigaciones”.
Amazon ha sido objeto de escrutinio durante mucho tiempo por su trato a los trabajadores. Este mes, una votación en un almacén del Reino Unido no logró obtener una mayoría para el reconocimiento sindical en el gigante tecnológico.
En su orden, el fiscal de Milán dijo que la relación de Amazon con los mensajeros que realizaban sus entregas parecía violar las leyes laborales del país.
Detrás de la fachada de los contratos legales formales y de las facturas entre Amazon Italia y las empresas proveedoras de trabajadores para las entregas de última milla, «descubrimos la existencia de una única entidad económica, dirigida, gestionada y organizada en todos los puntos de vista por Amazon Italia Transport», afirma la orden de los fiscales.
Amazon Italia Transport “ejerce poderes directos sobre los mensajeros individuales que fueron empleados formalmente” por proveedores de mano de obra independientes, y agregó que dichos proveedores “no tenían autonomía operativa”, agregó la orden.
El caso de Amazon llega meses después de que en diciembre las autoridades italianas confiscaran 94,5 millones de dólares de la unidad local del servicio de entrega global con sede en Estados Unidos UPS, acusando a la empresa de actuar como empleador directo de más de 8.500 trabajadores que estaban formalmente en los registros de una cooperativa laboral autónoma.
Las autoridades también confiscaron 20 millones de euros a DHL en un caso similar en 2021.