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Italia ha puesto freno a la planeada adquisición por 1.800 millones de dólares del negocio de control de vuelos de Collins Aerospace por parte del fabricante francés de motores a reacción Safran, por temor a que el acuerdo pueda afectar contratos de suministro clave para el programa Eurofighter.
Safran dijo en un comunicado el lunes que había sido informada de que el gobierno italiano había ejercido su «poder de oro» para oponerse a la adquisición de Microtecnica, la filial italiana de Collins Aerospace. Collins es una subsidiaria de Raytheon Technologies, con sede en EE. UU., ahora conocida como RTX.
Según el decreto italiano, visto por el Financial Times, una investigación gubernamental «no permite concluir de manera concluyente» que Safran «daría la prioridad necesaria a las líneas de producción industrial de interés para la defensa nacional».
Italia también consultó con Alemania antes de tomar la decisión, según el decreto. El gobierno alemán expresó su preocupación de que el acuerdo pudiera conducir a la interrupción de las entregas de repuestos y servicios para los programas de aviones de combate Eurofighter y Tornado, que eran necesarios «para garantizar los requisitos operativos de la OTAN».
Como resultado, Italia concluyó que el acuerdo “representa una amenaza excepcional a los intereses esenciales de la defensa y la seguridad nacionales”.
La medida del gobierno de derecha de Giorgia Meloni subraya los desafíos que enfrentan las empresas de defensa europeas cuando buscan crecer mediante adquisiciones. Dados los intereses nacionales involucrados, los gobiernos a menudo tienen más influencia para intervenir que en otros sectores.
El director ejecutivo de Safran, Olivier Andriès, dijo al Financial Times en una entrevista que el grupo estaba sorprendido por la decisión y que no había mantenido conversaciones con los gobiernos italiano o alemán. También respondió a la implicación de que Safran no sería un proveedor fiable.
«Asumen lo peor de nuestras intenciones: que no apoyaremos ni daremos prioridad de manera justa al Eurofighter», dijo. «Esto es algo irónico, ya que ya somos proveedores del Eurofighter y de otros programas de defensa italianos a través de varias filiales».
Safran ahora está revisando sus opciones, pero dijo que seguía comprometida con la adquisición anunciada en julio, que habría sido la mayor desde 2018.
La filial Microtecnica representa alrededor del 15 por ciento de los ingresos del negocio de control de vuelos de Collins, y hay tres fábricas en Italia.
Italia adoptó sus reglas de poder de oro para fusiones y adquisiciones extranjeras de empresas italianas consideradas de interés nacional estratégico en 2012, y desde entonces ha ampliado el número de sectores a los que se pueden aplicar.
Hasta ahora, estos poderes se han utilizado principalmente para impedir que las empresas chinas adquieran activos industriales italianos: el ex primer ministro Mario Draghi bloqueó la adquisición china de un fabricante naval y el gobierno de Meloni limitó los derechos de los accionistas del gigante petroquímico chino Sinochem sobre el fabricante de neumáticos italiano Pirelli.
Sin embargo, los expertos que siguen este tipo de casos dicen que el bloqueo por parte de Roma de una adquisición de un aliado europeo o de la OTAN es relativamente raro.
Andriès expresó su consternación porque Italia parecía no tener problemas cuando Microtecnica era propiedad de un accionista estadounidense, pero se opone a la participación de una empresa francesa.
«Ésta es una muy mala señal enviada por Italia y Alemania para el futuro de la colaboración europea en materia de defensa», afirmó.
Los funcionarios del gobierno italiano no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.