El 26 de febrero, el gobierno italiano aprobó un decreto destinado a fomentar la transformación digital y ecológica de las empresas establecidas en su territorio. Como indicó la primera ministra Giorgia Meloni, este programa tendrá un presupuesto de 6.300 millones de euros. Al mismo tiempo, Italia cuenta con su estrategia del hidrógeno para desencadenar la transición energética de determinados sectores de su industria.
Impulsar el crecimiento de la industria y al mismo tiempo descarbonizarla
El importe asignado se utilizará principalmente para apoyar las inversiones de empresas italianas que quieran explotar energías renovables y verdes. Además, con la firma de este decreto, Italia se compromete a ofrecer desgravaciones fiscales a las empresas que reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 3%.
Con esta medida, el gobierno italiano espera que las empresas del sector pongan en marcha estrategias que les permitan alcanzar las emisiones de carbono cero a largo plazo. También busca garantizar que el mercado italiano se beneficie de los mismos créditos fiscales que permitieron al país volver a crecer tras la pandemia de Covid-19.
Al verse afectado el continente europeo por la pandemia, la Comisión Europea lanzó en 2021 el plan Next Generation EU con el objetivo de relanzar la economía del viejo continente. Italia se benefició enormemente de este plan de recuperación, ya que vio interrumpido su crecimiento a principios de la década. En total, se concedieron al país 194,4 mil millones de euros, incluidos 122,6 mil millones de euros en préstamos y 71,8 mil millones de euros en subvenciones, en particular para su transformación digital y su transición verde. El pasado mes de diciembre, la Comisión Europea dio luz verde a la iniciativa imaginada por el gobierno italiano, que dio lugar al decreto firmado este lunes.
Italia marca el rumbo hacia el hidrógeno verde
Como extensión de esta iniciativa, Italia ha dado un impulso al proyecto Puglia Green Hydrogen Valley. Como su nombre indica, se trata de la creación de un valle del hidrógeno verde en la región de Apulia. Esto forma parte de la estrategia italiana sobre el hidrógeno, que prioriza la producción local de hidrógeno a partir del proceso de electrólisis del agua. El combustible se utilizará en un proceso de producción conocido como hierro de reducción directa para descarbonizar el proceso de fabricación de acero. Se espera que se beneficien la mayor acería italiana de Taranto, junto con otras plantas de producción de acero italianas.
Para lograr este objetivo, el gobierno italiano pudo contar con el apoyo de la Comisión Europea. Este último concedió una financiación de 370 millones de euros a varias empresas italianas. El proveedor italiano de electricidad y filial de EDF Edison, el especialista italiano en perforaciones petrolíferas Saipem y Generali a través de Sosteneo, su sociedad de inversión en energías limpias, trabajarán juntos para hacer realidad este proyecto.