Ita, de los hubs a la contratación: todos los nodos del expediente


Las negociaciones son «densas», la «buena voluntad» está presente, pero aún quedan muchas cuestiones por resolver. Y la carrera contrarreloj es apremiante especialmente para el Gobierno de Giorgia Meloni, decidido a mantener fiel su compromiso de cerrar la saga del ITA con la aprobación por parte de la UE del venta a Lufthansa antes de fin de año. Evitar volver al antiguo déjà-vu de Alitalia.

Las garantías de Gentiloni

A raíz de ida y vuelta entre Roma y Bruselas, la dialéctica política en torno a la operación no cesa. Y a la exhortación del viceprimer ministro Matteo Salvini a «actuar rápidamente» fue seguida por las garantías del comisario de Economía de la UE, Paolo Gentiloni, que después de días a pesar de sí mismo en el centro de atención Intentó echar más agua al fuego predicando la «confianza» en el resultado de las negociaciones. Y cubriendo a su manera el asombro que, según filtran algunas fuentes europeas, el atentado italiano suscitó en los pasillos del Palacio Berlaymont por un expediente definido como «complejo» pero aún en una «fase normal de discusión» antes de llegar a la notificación formal. Bruselas, árbitro de las tensas conversaciones sobre el eje Roma-Berlín, observa «de cerca» la situación. Uno de los adagios más tradicionales de la UE que, según los razonamientos que circulan en los círculos comunitarios, revela un «deber de vigilancia» para operaciones de esta magnitud.

La lente de Reynders apunta en tres direcciones

Y la lente del equipo del nuevo comisario Didier Reynders, que hace unos días reemplazó a la vicepresidenta de la UE, la zarina de la competencia -ahora de permiso-, Margrethe Vestager, apunta principalmente en tres direcciones: las múltiples rutas por las que Ita y Lufthansa operan ya en «situaciones de monopolio o duopolio», esa garantía de «discontinuidad económica» respecto a la antigua Alitalia prometida por Roma para la nueva compañía, y en el actual contexto de subida vertiginosa de los precios de los billetes de avión.

Los hubs de Lufthansa y la contratación de antiguos empleados de Alitalia

Lo que más preocupa son los detalles ofrecidos por fuentes europeas, incluidos todos los centros de Lufthansa como Linate, Fiumicino, Frankfurt, Bruselas, Zurich, Munich y Viena. Pero también la decisión -llegada en junio- de un juez laboral de Roma de aceptar la contratación de 77 ex empleados de la antigua compañía aérea nacional en las filas de Ita. Y, como telón de fondo, hay un sector aéreo en rápida transformación que responde a nuevas lógicas, y una plétora de compañías aéreas competidoras -empezando por la agresiva Ryanair- que ya han prometido luchar en los tribunales en caso de luz verde de la UE.

Batalla por los tiempos

El período de notificación previa, según la visión del Palacio Berlaymont, sirve precisamente para analizar todas las posibles perturbaciones del buen funcionamiento del mercado interior. Proporcionando remedios «sólidos». Pero los tiempos de análisis técnico – que en la fase preliminar no conocen plazos – corren el riesgo de retrasar el objetivo de Roma. Llevar el juego al escenario político. La esperanza italiana, en palabras de Salvini, es cerrar «lo antes posible” un “capítulo problemático para trabajadores y trabajadoras, para viajeros y viajeros”. También porque, como advierte el ministro Francesco Lollobrigida, «cada día de retraso significa no disponer de un marco de estabilidad en un sector estratégico». Con la certeza de que, con «un programa de desarrollo común en Italia», Lufthansa no es «competitiva en rutas que beneficien a Alemania».



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