El aumento de nacimientos registrado en enero de 2022 (+3,4% respecto al mismo mes de 2021) está en línea con la recuperación observada en el bimestre noviembre-diciembre de 2021 (+10,6% respecto al mismo período de 2020). Le sigue un brusco descenso de los nacimientos en primavera (-10,7% en marzo y -10,0% en abril), solo parcialmente compensado por el aumento del trimestre junio-agosto (+3,1%). En los últimos meses del año la tendencia volvió a ser decreciente con picos de fuerte contracción en los meses de septiembre y octubre (-5,1% y -5,0%). A nivel europeo, la situación registrada en nuestro país no es una excepción, encontrando puntos de contacto tanto con España, que se caracteriza por un perfil similar al nuestro, como con Francia que, si bien registra niveles de fecundidad históricamente más altos, en 2022, sin embargo , hay un descenso, sobre todo a partir del mes de julio.
Mortalidad concentrada en los meses de verano y en la vejez
En 2022 en Italia hubo 713.499 muertes, unas 12 mil más que el año anterior pero 27 mil menos que en 2020, año de máxima mortalidad por la pandemia de la Covid-19. Si en 2022 se hubieran producido los mismos riesgos de muerte que en 2019, mucho más favorables, se hubieran producido 660.000 muertos en lugar de 713.000, es decir, 53.000 menos.
Un tercio del exceso de mortalidad en 2022 respecto al valor esperado, globalmente igual a +8,1%, se concentra en los meses de julio y agosto, cuando se registró un 16% más de defunciones. Para detectar una cantidad similar de muertes (un total de 125 mil en los dos meses de verano) necesitamos retroceder en el tiempo hasta 2015 (110 mil). También ese año estuvo marcado por un importante aumento de muertes por factores climáticos, con incrementos muy marcados en los meses cálidos y fríos del año. Además, la persistente ola de calor del pasado verano afectó a muchos otros países europeos, como España, Portugal y Alemania, donde se observaron fenómenos similares de supermortalidad.
Unas 24.000 muertes de un total de 53.000 a escala nacional se encuentran en el Norte, 10.000 en el Centro y 19.000 en el Sur. Sin embargo, el superávit de mortalidad respecto a valores hipotéticamente esperados es inferior a la media nacional (+8,1%) tanto en el Norte (+7,8%) como en el Centro (+7,5%), mientras que en el Sur e Islas es mayor (+8,8%).
Comparado con el género, el exceso de mortalidad afecta más a las mujeres, entre las cuales hay 31.000 muertes más que el valor esperado, equivalente al 59% del excedente total. Los hombres tienen un excedente de 22 mil unidades, equivalente al 41%. El exceso de mortalidad se concentra especialmente en la población anciana, donde el riesgo de muerte es notoriamente mayor. Entre las mujeres, cerca del 60% del exceso se concentra entre los 86 y 96 años, donde hay más de 18.000 muertes más que los valores esperados.