El espectro de la tercera recesión de la economía italiana en diez años se ha ido. En la encuesta sobre las cuentas de resultados trimestrales, Istat ha corregido al alza la estimación preliminar sobre la evolución del PIB en los tres primeros meses de este año. De una desaceleración económica del 0,2%, perfilada a fines de abril, el instituto de estadística corrigió al alza en la estimación final (+0,1%), que tuvo en cuenta la contribución del sector servicios, que en las evaluaciones preliminares había sido subrepresentada. Una recesión técnica ocurre cuando el PIB trimestral es más bajo que el trimestre anterior dos veces seguidas. Sin embargo, el panorama económico sigue siendo volátil debido a las incertidumbres asociadas con la guerra en Ucrania.
Mef, estimamos un aumento significativo en el segundo trimestre
En una nota, el Ministerio de Economía destacó que “la revisión al alza de la estimación de Istat de crecimiento del PIB en el primer trimestre está en línea con las estimaciones más recientes del Ministerio de Economía y Finanzas y conduce a un crecimiento del 2,6 % adquirido para 2022, o mejor dicho, el que se lograría si el PIB se mantuviera sin cambios de aquí a fin de año”. “Para el segundo trimestre -añadió el Mef- estimamos un aumento significativo del PIB respecto al primer trimestre que pondría la senda de crecimiento anual en línea con la previsión del Def o al menos cerca de ella”.
Inflación: se acelera a +6,9% en mayo, máximo desde 1986
La fiebre de los precios, que afecta el poder adquisitivo de los consumidores y las familias, también es un factor. Istat también aclaró, en la estimación preliminar de precios al consumidor, que la inflación comenzó a acelerarse nuevamente en mayo, luego de la desaceleración de abril. De acuerdo con las estimaciones preliminares del Instituto, en efecto, el índice nacional de precios al consumidor para toda la comunidad (Nic), bruto de tabaco, registró un aumento del 0,9% mensual y del 6,9% anual (de +6,0% el mes anterior). La inflación adquirida para 2022, es decir, la variación promedio que supondría que el índice se mantuviera en el mismo nivel el resto del año, es igual a + 5,7% para el índice general y + 2,5% para el componente subyacente. “En mayo, tras la desaceleración de abril, la inflación vuelve a acelerarse, alcanzando un nivel que no se registraba desde marzo de 1986 (cuando equivalía a +7,0%)”, destacó el organismo estadístico. En lo que se refiere a la cesta de la compra, los precios de los alimentos, el hogar y el cuidado personal, de hecho, suben hasta el +6,7%, desde el +5,7% de abril. “Los alimentos procesados elevan en un punto la subida de precios del llamado “carrito de la compra”, que llega al +6,7%, como no ocurría desde marzo de 1986 (cuando era del +7,2%)”, se lee en el informe. Los precios de los productos con alta frecuencia de compra también se aceleran (de +5,8% a +6,7%).
Crecimiento adquirido para 2022 en +2,6%
Volviendo en cambio a los datos de evolución del PIB, el crecimiento adquirido para 2022, o el que se obtendría en presencia de una variación cíclica nula en los restantes trimestres del año, es igual al 2,6%. El último dato publicado por Istat el 29 de abril, basado en la estimación preliminar del PIB, fijó el crecimiento adquirido para el año en +2,2%. En cuanto al crecimiento cíclico del PIB, el diferencial al 29 de abril de 2022 fue de -0,2% mientras que la tendencia fue de +5,8%. Istat destacó que la revisión económica de 0,3 puntos porcentuales en la estimación final, aunque significativa, no representa una excepción absoluta en este período aún afectado por la pandemia, dado que en el primer trimestre de 2021 la revisión al alza fue de 0,5 puntos.
Recuperación impulsada por la demanda interna, en particular por las inversiones
“La recuperación estuvo determinada principalmente por la demanda interna y en particular por las inversiones ante una contribución negativa de la demanda externa”, explicó Istat. «A nivel doméstico, la aportación del consumo privado fue negativa mientras que tanto la de las administraciones públicas como la de la variación de existencias fueron nulas. Las horas trabajadas y las unidades de trabajo también se recuperaron bien, frente a un crecimiento más moderado de la renta per cápita y una estacionariedad de los puestos de trabajo”. El primer trimestre de 2022 tuvo un día hábil menos que el trimestre anterior y un día hábil más que el primer trimestre de 2021. Respecto al trimestre anterior, y para los principales agregados de la demanda interna, hubo una disminución del 0,6 % en consumo final nacional, frente a un aumento de 3,9% en la inversión fija bruta. Las importaciones y exportaciones crecieron un 4,3% y un 3,5% respectivamente.