A partir del domingo, se desplegarán cuatro batallones de reserva de la policía fronteriza en los centros de las ciudades. Las unidades ya están patrullando la región de Jerusalén y la ciudad de Lod, que tiene una población mixta de judíos y árabes.
Los ataques fueron una respuesta palestina a las redadas israelíes en la mezquita de al-Aqsa en Jerusalén, que han alimentado la violencia en la región. Se dispararon cohetes contra Israel desde la Franja de Gaza palestina y el Líbano, lo que provocó bombardeos israelíes en represalia.
Siete turistas de Italia y Gran Bretaña resultaron heridos en el ataque del viernes por la noche en Tel Aviv. El perpetrador, que atropelló a las víctimas con un automóvil, fue asesinado a tiros. El movimiento palestino Hamas, que controla Gaza, dijo que el ataque fue una “respuesta natural y legítima” a la “agresión” de Israel en la mezquita de al-Aqsa.
Tras el ataque, el primer ministro Benjamin Netanyahu pidió a la policía que movilizara todas las unidades de reserva de la policía fronteriza y ordenó al ejército que movilizara tropas adicionales.