Después de tres meses de combates, en los que murieron más de 23.000 personas, según el Ministerio de Salud liderado por Hamás, el ejército israelí ha declarado la victoria en el norte de Gaza. «Hemos completado el desmantelamiento de la infraestructura militar de Hamás en el norte de Gaza», dijo recientemente el portavoz del ejército, Daniel Hagari.
Los doce batallones que Hamás tenía en su principal bastión de Gaza, unos 14.000 efectivos, han estado prácticamente derrotados, según Israel. La gran mayoría de los ocho mil combatientes de Hamás que Israel afirma haber matado en 96 días de guerra fueron eliminados en los combates en el norte.
Según los israelíes, los principales comandantes de los batallones del norte han sido asesinados, lo que significa que las unidades de Hamás en la zona ya no pueden actuar de manera organizada. Ninguna de estas afirmaciones puede verificarse a partir de fuentes independientes.
Israel ahora está intentando derrotar al ejército de Hamas en el centro y sur de Gaza. La pregunta es cuánto tiempo obtendrá de su aliado más importante, Estados Unidos. Si Washington se sale con la suya, la guerra rápidamente se convertirá en una campaña de menor escala con operaciones más específicas, de estilo comando, para acorralar a los restos de Hamás.
Retiro
El gobierno estadounidense también quiere que se reduzca significativamente el número de tropas terrestres. Israel debe hacer la transición para poner fin a la guerra y preocuparse por la futura gobernanza de Gaza. “Estoy trabajando entre bastidores con el gobierno israelí para garantizar que se retiren significativamente de Gaza”, respondió Biden el lunes cuando fue interrumpido durante un discurso en una iglesia en Carolina del Sur. Los feligreses enojados habían gritado «Armisticio ahora».
Unas tres semanas después de que quedó claro que Estados Unidos estaba presionando a Israel para que revisara su estrategia de guerra en Gaza, el gobierno de Netanyahu está tomando medidas. Tanto Hagari como su jefe, el secretario de Defensa, Yoav Gallant, enfatizaron recientemente en entrevistas que los militares habían comenzado la transición a una nueva fase de la guerra, con menos ataques aéreos y un despliegue de tropas terrestres a menor escala. Esta transición debería completarse a finales de este mes.
Se dice que con su visita a Israel esta semana, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quiso aumentar la presión sobre los israelíes para que se pusieran a trabajar más rápido. “El número diario de víctimas entre civiles, especialmente niños, es demasiado alto”, enfatizó Blinken el martes en Jerusalén.
Implementar comandos
Estados Unidos, el mayor proveedor de armas de Israel, preferiría que el ejército redujera drásticamente el número de ataques aéreos ahora. En los últimos días, Gaza ha vuelto a ser blanco de intensos bombardeos, con 150 ataques aéreos y terrestres sólo el miércoles. El número de muertos sigue siendo de cientos cada día.
Israel ya está reduciendo sus tropas en el norte de Gaza. Según los servicios de inteligencia estadounidenses, el mes pasado había allí unos 50.000 soldados. Ahora quedaría la mitad de eso. Los soldados estacionados allí se utilizan para repeler los ataques de los combatientes restantes de Hamás y para fortalecer la frontera con Israel.
Hamás y la Jihad Islámica siguen informando de ataques diarios contra unidades israelíes en el norte, aunque el número ha disminuido en los últimos días. Israel también debe ser consciente de que Hamás utilizará la retirada para reagruparse.
“Las fuerzas israelíes han debilitado varias unidades de Hamás en el norte de Gaza”, advirtió el grupo de expertos militares Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), que sigue de cerca la guerra. «Pero el ejército de Hamás no ha sido derrotado ni destruido».
Liquidación
La gran pregunta que surge ahora es si el ejército israelí podrá infligir daños significativos a los batallones de Hamas en el resto de Gaza con un enfoque de menor escala. El ejército está completando ahora un amplio plan paso a paso para desmantelar la infraestructura militar del movimiento. La parte más importante es la liquidación de los comandantes para garantizar que los batallones queden paralizados. Entonces comienza la caza de los miles de combatientes.
Barrios enteros están rodeados y peinados. En el aire, aviones de combate y drones están listos para atacar si las unidades terrestres necesitan ayuda. Otro objetivo importante de los israelíes es reunir la mayor cantidad de inteligencia posible. Se incautan ordenadores, móviles y archivos para saber todo sobre los dirigentes de Hamás.
Por último, la atención se centra en la destrucción de los numerosos depósitos de armas y del extenso sistema de túneles, así como en la detección de los rehenes israelíes. El ejército dice que todavía hay «un gran número» de combatientes de Hamás en el centro de Gaza. Y en el sur, la inteligencia indica que hay una «ciudad clandestina» bajo Khan Younis, donde puede estar escondido el jefe de Hamás, Yahya Sinwar. Desmantelar todo eso llevará algún tiempo. E Israel no parece tener mucho tiempo, dada la creciente presión estadounidense.