Irpef y corte en cuña, ¿qué pasa tras el procedimiento de infracción de la UE?


El Gobierno ha confirmado en varias ocasiones que las dos medidas clave del presupuesto de 2024, a saber, el IRPEF de tres tipos y la exención fiscal para rentas de hasta 35.000 euros, se confirmarán en 2025. Pero la combinación del procedimiento de infracción acaba de empezar de Bruselas por déficit excesivo y el nuevo conjunto de normas que forman parte del Pacto de Estabilidad reformado dificultan bastante el camino hacia la próxima ley presupuestaria.

Para asignaciones del Irpef que ya están en tendencia

En el Documento Económico y Financiero, frente a los 4,3 mil millones de menores ingresos que representan el costo del Irpef de tres tasas vigente desde este año, se estima que en 2025 se podrán cubrir 3,8 mil millones a través del fondo para la implementación del delegación fiscal. La fusión de los dos primeros tramos con un tipo del 23% aplicado a rentas de hasta 28 mil euros, con una reducción simultánea de cuatro a tres tipos es uno de los puntos matizantes de la ley de delegación fiscal, que dirige la viceministra de Economía Mauricio Leo. Para la confirmación de las tres tarifas del Irpef para 2025 “el embalse ya está ahí, habrá un diferencial, pero creo que se puede llenar también a la luz de las intervenciones que se pueden hacer con el acuerdo preventivo bienal”, precisó Leo. Los recursos ya asignados están vinculados principalmente a la eliminación de la ACE y a la introducción del impuesto mínimo global. “Así que estamos sustancialmente alineados con lo que se puede hacer en materia de reducción de tarifas”.

Se necesitan otros 10 mil millones para la descontribución

Para el Ministro Giorgetti, la medida que prevé un recorte del 7% en las cotizaciones a la seguridad social para ingresos de hasta 25.000 euros y del 6% para ingresos de hasta 35.000 euros, financiada sólo por un año (también deficitaria) es “la objetivo real que nos fijaremos cuando definamos el programa estructural”. El Gobierno, sobre la base de la “trayectoria técnica” que Bruselas está a punto de definir en relación con la vía de reducción del déficit, deberá finalizar el 20 de septiembre el plan plurianual de contención del gasto corriente primario y luego transferirlo los compromisos programáticos en la ley de Presupuesto que se presentará al Parlamento en octubre. Es necesario indicar aquí las fuentes de financiación para confirmar el recorte de la cuña de contribución también para el próximo año. ¿Dónde encontrar los recursos relevantes?

No se podrá recurrir a un nuevo déficit

El presupuesto de 2024 se financió con un déficit de 15.700 millones. Era la última posibilidad que otorgaba la suspensión del Pacto de Estabilidad decidida a nivel europeo en 2020 debido a la pandemia. Actualmente están en vigor nuevas normas que impiden el uso de nueva deuda: una limitación que, en lo que respecta a nuestro país, se ve ahora aún más reforzada por el inicio del procedimiento de infracción por déficit excesivo. Se hace referencia al déficit de 2023, que se situó en el 7,4%, el más alto de Europa, debido también a la engorrosa carga de las primas de construcción. El alcance de la corrección se definirá en noviembre, entendiéndose que, a la luz de las nuevas normas presupuestarias, el presupuesto de 2025 garantizará todavía una reducción del déficit de entre 10.000 y 12.000 millones de dólares. Si a esta cantidad sumamos los 10.000 millones necesarios para confirmar la reducción de la cuña de cotizaciones y al menos otros 5.000 millones entre gastos no aplazables y otras intervenciones de gasto que el Gobierno considera necesario incluir en el presupuesto, la factura global del próximo La maniobra presupuestaria ronda los 25-30 mil millones. Habrá que tener en cuenta que en 2025 la deuda pública alcanzará la cifra récord de 3,110 mil millones, que aumentará a 3,224 mil millones en 2026 y 3,306 mil millones en 2027. En 2026, los gastos por intereses alcanzarán los 100 mil millones. Según las últimas estimaciones de la Comisión Europea, la deuda subirá este año hasta el 138,6% del PIB frente al 137,3% de 2023 y en 2025 se situará en el 141,7%. Por tanto, los márgenes de acción del presupuesto se reducen significativamente. Además, hay que recordar que a partir de ahora, para autorizar el uso del extradéficit en presencia de “circunstancias excepcionales”, ya no bastará con obtener luz verde del Parlamento. Será necesario el consentimiento previo del Consejo de la UE, y por tanto de los gobiernos. Un camino que parece arduo desde el principio.

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Entre revisiones de gastos y nuevos ingresos

Para hacer frente a las medidas en tramitación, sólo queda recurrir a las fuentes tradicionales de financiación del presupuesto público, es decir, la contención del gasto y el aumento de los ingresos. Sería necesario poner en marcha un programa de revisión del gasto mucho más ambicioso que el implementado hasta ahora. Como señala el propio Def, el Gobierno se ha fijado objetivos de ahorro para cada uno de los años del trienio 2024-2026 en términos de deuda neta de 300 millones en 2024, 500 millones en 2025 y 700 millones a partir de 2026. Reducciones que se añaden a lo ya previsto en la anterior ley presupuestaria, “llevando la reducción global a 1.500 millones en 2024, 2.000 millones en 2025 y 2.200 millones a partir de 2026”. Y finalmente deberíamos -como también sugiere el FMI- empezar a revisar los “gastos fiscales”. La Oficina de Presupuesto Parlamentario informa lo siguiente: entre 2018 y 2024 el número de prestaciones aumentó en un tercio, de 466 a 625 y la pérdida total de ingresos se duplicó, de 54 a 105 mil millones. Por lo tanto, intervenir en el lado del gasto fiscal podría abrir espacio para financiar el recorte de la cuña de contribuciones, junto con cualquier ingreso adicional que se incluya en el capítulo general de la lucha contra la evasión fiscal.



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