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iRobot ha recurrido a la industria crediticia privada en busca de un salvavidas de 200 millones de dólares en un intento por apuntalar sus finanzas, ya que la venta del fabricante de aspiradoras Roomba a Amazon se enfrenta a un duro escrutinio antimonopolio.
iRobot también acordó el martes reducir el valor de su venta a Amazon en un 15 por ciento, de $61 a $51,75 por acción, en un movimiento que refleja el mayor nivel de deuda que está asumiendo antes del acuerdo.
La empresa “está aceptando nueva financiación que creemos que es suficiente para respaldar nuestras operaciones en un entorno hipercompetitivo y satisfacer nuestras necesidades de liquidez, así como pagar la deuda existente de iRobot”, dijo el director ejecutivo de iRobot, Colin Angle.
Carlyle extendió el préstamo de $ 200 millones. A medida que los bancos se retiraron de los préstamos más riesgosos a raíz de la crisis financiera de 2008, los grandes administradores de crédito privados, incluidos Carlyle, Apollo, Blackstone, KKR y Sixth Street, intervinieron para llenar el vacío.
El préstamo de Carlyle tenía una tasa de interés elevada, alrededor del 14,6 por ciento, que podría aumentar si la Reserva Federal continúa endureciendo la política monetaria. En mayo, iRobot reveló que su saldo de efectivo se había desplomado casi un 60 por ciento desde fines del año pasado, y agregó que había obtenido aproximadamente una cuarta parte de un préstamo renovable de $ 100 millones de Bank of America.
Los nuevos términos reducen la oferta de Amazon en $225 millones, valorando a iRobot en aproximadamente $1.450 millones. El fabricante de Roomba ha tenido problemas este año porque terminó un auge en las ventas durante la pandemia y uno de sus clientes más importantes redujo los pedidos. Gastó $ 95 millones de efectivo en el primer trimestre, casi tanto como todo el año pasado, lo que lo obligó a reducir la deuda y reducir los costos.
Los reguladores de Europa y EE. UU. han llevado a cabo investigaciones exhaustivas sobre la adquisición de Amazon, que ampliaría la gama de dispositivos domésticos “inteligentes” que vende la empresa de comercio electrónico. El acuerdo ha generado preocupaciones inusuales sobre si los datos recopilados por las aspiradoras Roomba de iRobot podrían dejar a Amazon con una imagen mucho más detallada de los hogares de sus clientes, dándole una ventaja injusta.
En un movimiento para protegerse si los reguladores bloquean el trato, Carlyle ha requerido que iRobot pague hasta $ 75 millones del préstamo de $ 200 millones utilizando la gran mayoría de la tarifa de terminación de $ 94 millones que Amazon acordó pagar.
Si las revisiones antimonopolio impiden que la fusión finalice antes de agosto de 2024, la fecha límite acordada por iRobot y Amazon, es posible que el fabricante de aspiradoras no tenga derecho a ninguno de los 94 millones de dólares, lo que pesaría mucho en sus finanzas.