Los ataques llevados a cabo en los últimos días contra bases de tropas estadounidenses en Irak y Siria son “una respuesta” a la asistencia que Estados Unidos está brindando a Israel en la lucha contra Hamás. Así lo afirmó un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní.
Washington tiene unos 900 soldados en Siria y unos 2.500 en Irak. Luchan contra organizaciones extremistas como Estado Islámico y regularmente llevan a cabo ataques contra los propios yihadistas. Pero desde principios de octubre han sido blanco de ataques al menos dieciséis veces, afirmó el Pentágono.
Según Irán, los ataques son una respuesta a «la presencia ilegal de Estados Unidos en la región». «Por supuesto que habrá protestas contra el apoyo incondicional de los estadounidenses al régimen sionista», dijo el portavoz Nasser Kanani. Washington había dicho anteriormente que Teherán estaba indirectamente involucrado en los ataques contra sus fuerzas y que tomaría represalias «decididas».
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