Irán ha ahorcado nuevamente a dos hombres que participaron en las protestas antigubernamentales a nivel nacional del otoño pasado. Las agencias internacionales de noticias informan de esto el sábado. Según las autoridades, Mohammed Mahdi Karami (22) y Seyyed Mohammad Hosseini (20) mataron a un miembro de las fuerzas de seguridad. Hasta donde se sabe, esto eleva a cuatro el número total de manifestantes ejecutados.
En respuesta a las nuevas ejecuciones, el ministro Wopke Hoekstra (Asuntos Exteriores, CDA) llama al tatami al embajador iraní, escribe en un Pío. Es la segunda vez en un mes que el embajador iraní tiene que presentarse para responder por las sentencias de muerte impuestas a los manifestantes en el país. Catorce personas se encuentran actualmente en la lista de muerte, mientras que decenas de otros participantes de la protesta aún no han sido sentenciados.
Las protestas en Irán comenzaron después de que la mujer kurda Mahsa Amini, de 22 años, fuera asesinada por la brutalidad policial el 16 de septiembre del año pasado. Decenas de miles de iraníes salieron a las calles en varias partes del país en las siguientes semanas. Al menos 517 manifestantes murieron en enfrentamientos con la policía, mientras que más de 19.200 personas fueron detenidas en Irán, según la ONG Human Rights Activists. Las autoridades iraníes no han publicado cifras sobre el número de muertes o detenciones.
Sanciones
El jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, también expresa su preocupación por la situación en Irán a través de un portavoz. “Pedimos una vez más a las autoridades iraníes que dejen de imponer y ejecutar sentencias de muerte contra los manifestantes”, dijo. una declaración. En respuesta a la represión violenta de las protestas, la UE ha impuesto previamente sanciones contra el régimen de Teherán en varias ocasiones.
Mohsen Shekari, de 23 años, se convirtió en la primera persona conocida en ser ejecutada por las autoridades iraníes el 8 de diciembre por participar en las protestas, menos de tres meses después de su arresto. Unos días después, Majid Reza Rahnavard, también de 23 años, fue colgado en público de una grúa.