Irán amenaza con una «respuesta fuerte» a las caricaturas de Charlie Hebdo sobre el ayatolá Jamenei

Esta semana, la revista francesa mostró a los ganadores de un concurso de dibujos animados que había organizado un mes antes, con el objetivo de mostrar su apoyo a las protestas que el régimen iraní intenta sofocar de manera sangrienta. Se puede ver, entre otras cosas, cómo el ayatolá Jamenei, el líder supremo de Irán, amenaza con ahogarse en sangre y agarra una horca como salvavidas, mujeres desnudas que lo apedrean hasta la muerte y una mujer en tacones que le orina encima.

“Insultante e indecente”, respondió en Twitter el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Hossein Amir-Abdollahian, amenazando con una contrarreacción, cuya naturaleza no aclaró. «No permitiremos que el gobierno francés cruce la frontera, definitivamente han elegido el camino equivocado».

Un portavoz del gobierno dijo que Irán «no aceptará de ninguna manera el insulto a sus valores islámicos, religiosos y nacionales». Dijo que Teherán responsabilizó al gobierno francés por «este acto atroz, insultante e injustificado».

Las protestas a las que responde Charlie Hebdo comenzaron en septiembre después de la muerte de Mahsa Amini, de 22 años. Murió en circunstancias sospechosas bajo custodia policial luego de ser arrestada por no cumplir con el código de vestimenta para usar velo. Los dibujos critican el curso de los acontecimientos y «desafían la autoridad que el supuesto líder supremo dice tener, al igual que varios de sus sirvientes y verdugos», escribe en la revista el editor Laurent Sourisseau, conocido como Riss.

Charlie Hebdo, campeón de la libertad de expresión según sus defensores e innecesariamente hiriente según los críticos, a menudo provoca la ira del mundo islámico. Por ejemplo, en 2005 publicó una controvertida viñeta danesa en la que se representaba al profeta Mahoma con una bomba a modo de turbante. Diez años más tarde, dos terroristas en nombre de IS cometieron un atentado en la sede de Charlie Hebdo en París, matando a doce empleados.

El régimen de Irán se opone firmemente a las caricaturas y escritos que considera ofensivos. Particularmente infame es la fatua emitida por el entonces ayatolá Jomeini en 1989: una orden de matar al autor británico Salman Rushdie por su novela Los versos satánicos. Este libro, según Jomeini, era una blasfemia. Rushdie fue apuñalado en Nueva York el año pasado, Irán niega su participación.





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