Caminar como el actor británico John Cleese en el famoso sketch de Monty Python ‘Ministry of Silly Walks’ usa dos veces y media más energía que alguien que camina normalmente. Por lo tanto, moverse como un tonto es una excelente forma de ejercicio, escriben investigadores estadounidenses en la edición de Navidad del prestigioso ‘British Medical Journal’. Si la caminata tonta hubiera sido ampliamente adoptada en la década de 1970, hoy seríamos mucho más saludables, dicen.
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