Por esta razón, los futuros son ideales como subyacente para warrants y certificados, ya que la materia prima en sí no tiene que negociarse físicamente. Los costos del comercio de productos básicos físicos probablemente serían tan altos que no valdría la pena para los inversores financieros invertir en productos básicos. Sin embargo, el futuro tiene la desventaja de que siempre tiene un vencimiento específico. Por ejemplo, si el certificado se ofrece sin límite de tiempo, el emisor debe cambiar a otro futuro con una fecha más larga antes de que venza el futuro. Este proceso también se conoce como “rodar”. Sin embargo, en ciertas situaciones de mercado, puede haber diferencias de precios significativas entre los futuros individuales durante el proceso de renovación. En este caso, el proceso de renovación no conduce directamente a un cambio en el valor del certificado o garantía correspondiente. Sin embargo, puede ser que este proceso de laminación conduzca a las llamadas ganancias o pérdidas de laminación a largo plazo. Puede obtener más información sobre el proceso de enrollado aquí.