Invertir en el NHS merece la pena: cada euro genera casi el doble y hay hasta 2,5 millones de puestos de trabajo en el horizonte


Invertir en el servicio nacional de salud no sólo es bueno para la salud de los italianos sino también para las finanzas del Estado, hasta el punto de que el NHS debe considerarse como un verdadero motor de la economía: cada euro de recursos públicos destinado a la asistencia sanitaria genera casi el doble. No sólo eso: aumentar el gasto en salud per cápita tendría el efecto de generar hasta 2,5 millones de empleos más en el país. El caballo de batalla de «la salud como inversión», especialmente en tiempos de negociaciones sobre el dinero que se incluirá en la ley de presupuesto, no es nuevo. Pero durante años los partidarios del NHS que lo propusieron no han sido escuchados.

Hoy llega un informe del Censo encargado por la Federación Nacional de Colegios de Médicos para celebrar los 45 años del Servicio Nacional de Salud para defender el caso con datos y simulaciones en la mano. Que es «un actor fundamental en el desarrollo italiano – subraya el presidente de los médicos, Filippo Anelli -: los recursos públicos destinados a la asistencia sanitaria tienen un impacto tan positivo en el plano económico, en el empleo, en la innovación, en la investigación y en la cohesión social, como presentar el gasto en salud pública como una inversión en toda la infraestructura socioeconómica del país. Hoy el desafío es decisivo, también porque dar más recursos públicos al NHS significa poner más recursos en el amplio sistema económico y social».

De un euro invertido se generan casi dos

Es como tirar la clásica piedra al estanque, lo que tiene un efecto multiplicador en toda la superficie. Así, el SNS es un «refuerzo» para el conjunto de la economía, advierte el informe Censis-Fnomceo, en el que se cuantifica el impacto del gasto público en salud sobre el valor de la producción, un modelo de evaluación basado en el análisis de las interdependencias sectoriales (el modelo de Leontief tablas input-output), determinando el valor económico creado por cada euro de gasto público invertido en el servicio de salud. Partiendo de un valor del gasto público en salud de 131,3 mil millones (dado por el gasto público en salud en 2022 equivalente a 131,1 mil millones – 6,7% del PIB (más una parte adicional que incluye investigación y desarrollo), el valor de la producción nacional directa, indirecta y relacionada se estima en 242 mil millones. El multiplicador del paso del gasto al valor de producción es de 1,84: por cada euro de gasto público en salud invertido en el SNS se genera un valor de producción que no dista mucho del doble.

El valor añadido total creado es igual a 127 mil millones

«La demanda de bienes y servicios activada por el gasto público en salud – explica Anelli – se irradia al resto de la economía, ampliando el valor de la producción de las empresas, con importantes beneficios para el empleo, el valor añadido y el PIB nacional». El valor añadido total creado asciende a 127 mil millones: el 7,3% del valor añadido total y el 6,5% del PIB. Hay muchos sectores que se benefician directa e indirectamente del impulso del gasto público en salud: se trata de las actividades de servicios de salud, con un valor de producción de 126 mil millones y casi 1,3 millones de empleados; asistencia social (8,6 mil millones en valor de producción y 180 mil empleados), comercio minorista y mayorista (casi 9 mil millones en valor de producción y más de 95 mil empleados). A ellos se suman los sectores profesionales y los servicios cualificados de tipo administrativo, jurídico, contable, de consultoría de gestión con un valor de producción de más de 3 mil millones para más de 30 mil empleados, y el de los servicios de vigilancia y de facility management (3 mil millones de valor de producción y casi 43 mil empleados). Finalmente, las implicaciones fiscales son importantes: el total de impuestos directos e indirectos y contribuciones sociales atribuibles al circuito activado por el gasto público en salud equivale a más de 50 mil millones entre los más de 28 mil millones de impuestos directos e indirectos y los casi 22 mil millones en contribuciones sociales correspondientes a los empleados involucrados.

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El objetivo de 2,5 millones más de puestos de trabajo mira a Alemania

Según las estimaciones de Censis-Fnomceo, una mayor inversión en la sanidad italiana supondría un enorme pero «muy realista» aumento del empleo: de 1,5 millones a 2,5 millones más de ocupados, en los sectores más vinculados a la sanidad, hasta los que en cambio, se benefician de efectos indirectos e incluso inducidos. El empleo interno directo, indirecto e inducido relacionado con el mecanismo acumulativo desencadenado por el gasto público en salud se estima en 2,2 millones de personas, el 8,7% del empleo total. La creación de empleo, por tanto, va mucho más allá del sector de la salud, que en cualquier caso es uno de los empleadores más importantes del país con 670.000 empleados, a los que hay que sumar más de 57.000 médicos de familia, pediatras y guardias médicos. Las estimaciones elaboradas por el Informe: si el gasto sanitario público italiano per cápita, equivalente a 2.226 euros, ascendiera al valor del francés de 3.739 euros (gasto global equivalente al 10,1% del PIB francés), en paridad de poder adquisitivo , el gasto total en salud pública italiana crecería en 89 mil millones, alcanzando el 10,9% del PIB italiano, con un aumento del empleo total directo, indirecto e inducido de 1,5 millones de unidades, para un total de 3,8 millones. En la hipótesis de un ajuste del gasto sanitario público italiano per cápita al valor del gasto alemán, que equivale a 4.702 euros en paridad de poder adquisitivo (incidencia en el PIB alemán del 10,9%), el gasto sanitario público total de nuestro país país sería 146 mil millones superior e igual al 13,3% del PIB, mientras que el número total de trabajadores directos, indirectos e inducidos sería de 4,7 millones, es decir, 2,5 millones más de ocupados.



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