Directiva casas verdes al tramo decisivo. Después del 14 de marzo Parlamento aprobó su propuesta de negociación, para ir a negociaciones entre las instituciones europeas, el diálogo tripartitoen el que el Parlamento, el Consejo y la Comisión se reúnen para llegar a un texto compartido, avanzó lentamente hasta al menos el 12 de octubre. Ese día, una reunión de diez horas, cerrada de madrugada, destrabó algunos de los puntos más controvertidos del expediente. Y ahora es posible analizar la borrador de texto salir de ese paso de negociación, que estos días están pasando por una frenética actividad de redacción. A la espera de la reunión prevista para el 7 de diciembre, que probablemente será la última.
Los objetivos de Bruselas
Sobre las perspectivas de la reunión, el ponente del Parlamento Europeo, el irlandés Ciaran Cuffe (Verdes) explica: «El pico de la pobreza energética en Europa muestra que sólo los cambios estructurales protegerán a las familias y las empresas de la volatilidad de los precios de la energía a largo plazo. Mi prioridad, desde el comienzo de esta negociación, ha sido proteger a las personas, que son las más afectadas por el aumento de las facturas, al dar forma a estos importantes cambios. Estoy convencido de que el próximo mes podremos llegar a un acuerdo que no sólo logre estos objetivos, sino que reduzca las emisiones y las facturas”.
Los objetivos
La noticia más importante de las últimas semanas ha llegado sobre el artículo 9 de la llamada EPBD (Directiva de eficiencia energética de los edificios). En la versión del Parlamento se planteó aquí la hipótesis, por el edificios residencialesel objetivo de lograr el clase energética E en 2030 y D en 2033. Este enfoque llega ahora aprobado. Y nos centramos en un sistema abierto de reglasen el que el papel de los países miembros, que tendrán mayor discrecionalidad, se vuelve fundamental.
Cada Estado deberá preparar una hoja de ruta para la reurbanización de sus activos inmobiliarios. Así, se diseñará una trayectoria de reducción progresiva del consumo de los edificios hasta 2050, cuando habrá que aspirar a las cero emisiones. El objetivo es reducir el uso medio de energía primaria, midiendo el consumo por metro cuadrado de nuestros edificios, a partir de 2020. Los países deberán especificar el número de edificios y unidades inmobiliarias que se renovarán anualmente.
Las tareas de los Estados
En esencia, en comparación con la primera versión del texto, Europa es responsable de definir el cornisa, dentro del cual los países miembros son libres de fijar sus prioridades. La directiva, antes de 2050, indica objetivos intermedios para medir la eficiencia del trabajo: a partir de 2030 cada cinco años. Los niveles de reducción a alcanzar se definirán durante la última reunión política de diciembre.