Las infecciones por bacterias, virus y mosquitos son los peligros a los que hay que defenderse en una situación, como la generada por la inundación de Emilia-Romaña, en la que las aguas estancadas están muy probablemente contaminadas por la presencia de alcantarillas, basuras y cadáveres de animales. “Existen riesgos inmediatos, como infecciones transmitidas directamente por el agua contaminada, y otras que se preparan para la llegada del calor, en particular el posible aumento de las poblaciones de mosquitos portadores de virus”, dice Francesco Broccolo, profesor de Microbiología clínica de la Universidad de Salento y miembro del comité científico de la Sociedad Italiana de Medicina Ambiental.
Con la inundación, el riesgo de contagio es mayor
“En comparación con otros desastres naturales, la inundación tiene un problema más en términos de riesgos higiénico-sanitarios porque en el agua contaminada con heces de las alcantarillas y cadáveres de animales se pueden encontrar microorganismos capaces de favorecer la transmisión de infecciones”, observa el experto.
Se necesita vacuna contra el tétanos
«Hay infecciones que pueden ocurrir de inmediato, por el contacto del agua contaminada con heridas o rozaduras. En estos casos, los microorganismos, como la bacteria Escherichia coli, pueden entrar en las heridas, que posteriormente pueden infectarse. Si esto sucediera, sería necesario lavarlos inmediatamente con agua limpia y jabón para evitar infecciones. A través de las heridas, continúa Broccolo, pueden penetrar “esporas de clostridium tetani”, la bacteria que causa el tétanos. basta una simple laceración de la piel, que puede ocurrir por permanecer muchas horas en el agua, para que las esporas penetren y germinen en la herida, produciendo la toxina. Por eso -señala- son apropiadas la inmunoprofilaxis pasiva del tétanos o la vacuna antitetánica.
Riesgo de conjuntivitis y gastroenteritis
También preste atención a los ojos, porque el contacto con agua contaminada podría infectar la conjuntiva, y a la boca porque incluso cantidades muy pequeñas de agua podrían causar gastroenteritis. Para ello, apunta, es recomendable protegerse la boca con una mascarilla o un pañuelo.
La hepatitis A también acecha
Otra infección al acecho es la hepatitis A y también en este caso “podría sugerirse un refuerzo de la vacunación”. Entre las otras causas de gastroenteritis, uno de los riesgos en niños menores de dos años es el rotavirus, contra el cual existe una vacuna. Para los adultos, sin embargo, una de las amenazas es el norovirus, contra el cual aún no se dispone de vacuna.