Inter, un esfuerzo por Lautaro: se reinician las negociaciones, dos millones siguen bailando


Hay distancia, pero la confianza sigue alta: posible reunión en Madrid en marzo Y ahora el Torino está valorado en 150 millones…

Filippo Conticello

El número 10 del Inter quiere 10. Al menos 10 millones para empezar para ampliar el contrato de los nerazzurri que, sin embargo, no vence mañana ni pasado. Lautaro Martínez, con 10 en la camiseta y el brazalete -ambos le sientan bien-, lleva meses en negociaciones para prolongar su historia de amor con el Inter hasta 2028: de momento, sin embargo, se basa en un cómodo acuerdo hasta el 26. Sin embargo, la cantidad solicitada a la que hay que sumar las primas sigue siendo un par de millones superior a la base fija sobre la que razonan los directivos nerazzurri (8 millones, más la parte variable) y esto explica el motivo del fichaje aún tardío: Cuando la afición del Inter parece a punto de descorchar una buena botella, la fecha de repente avanza. En definitiva, a pesar del optimismo que se respiraba (y se respira) a pleno pulmón tanto en Viale della Liberazione como en el clan Toro, estamos a la espera del último sprint para adelgazar dos posiciones que no están lo suficientemente cerca.

El partido

Dado el entusiasmo inicial y una negociación iniciada inmediatamente sobre la base de una voluntad común, pensamos en un final feliz más rápido. El parón, sin embargo, ha puesto en alerta a los nerazzurri, asombrados por las frías palabras del agente de Lautaro, Alejandro Camaño («Hay diferencias, pero hay diálogo») y también por los matices del propio capitán tras vencer a la Juve ( «El acuerdo no es fácil, pero vamos por buen camino»). Nada que cause alarma en este momento: se necesita tiempo y paciencia para acercarse, modulando no sólo la parte fija sino sobre todo las bonificaciones ligadas a la asistencia y a los resultados. Son necesarias otras reuniones y una estratégica podría celebrarse en aproximadamente un mes, dependiendo de los compromisos del fiscal fuera de Europa. La agencia de Camaño tiene su sede en Madrid y el Inter llegará a la ciudad el 13 de marzo para la vuelta de la Liga de Campeones con el Atlético: la ocasión es tentadora para volver a abordar el tema cara a cara. En estos lugares, las prisas están en cualquier caso prohibidas, teniendo en cuenta la fecha límite de 2026 en la que se basa el actual contrato firmado en octubre de 2021. No es casualidad que el Inter haya empezado a jugar el partido muy temprano: el deseo de erradicar inmediatamente los riesgos es evidente un Skriniar-bis, pero también demuestra la importancia de la ficha de Lautaro, un jugador «especial» para todos. Sin embargo, tener por delante dos años y medio de matrimonio tranquiliza y da fuerza al Inter: incluso en caso de falta de acuerdo y posterior ataque de los grandes clubes extranjeros, no se concederían descuentos en la mercancía. En este Inter nadie es «intransferible», ni siquiera Lautaro, pero el club considera al argentino una joya valorada en 150 millones. La evaluación es el resultado del contrato actual y de la poderosa hazaña de la temporada, mientras que con la mirada miramos el posible dominó de picos en el verano: una fuga París-Madrid para Mbappé traería consecuencias, entonces ¿por qué excluir el asalto de ¿Un grande en Martínez?

paciencia

Esta negociación se enmarca también en el momento de mayor «interismo» de Toro, reconocido por todos como guía y ejemplo. Al mismo tiempo, Lautaro nunca se había sentido tan nerazzurri: en el Inter se completó como delantero, en Milán formó una familia feliz con su esposa Agustina y sus hijos Nina y Theo. Seguramente no querría abandonar un lugar que considera su hogar, aunque cree que es justo adaptarse al nuevo estatus de dominador de la Serie A: el objetivo es acercarse al Scrooge del campeonato, Osimhen, que ha ascendido a 10 millones. El Inter lo sabe y ya ha hecho un gran esfuerzo para conseguir el salario máximo de la plantilla en la primera oferta: de momento el mejor pagado de la empresa es Calhanoglu con 6,5, mientras que para el argentino subiría de 6 a 8 primas más. La negociación entre partes que tienen buenas relaciones y una voluntad mutua de unirse debería hacer el resto. Ayer Piero Ausilio volvió a hablar públicamente sobre este caso: «¿Lautaro dijo que no deberíamos preocuparnos por la renovación? No veo por qué no debería confirmarlo…», guiñó un ojo el director deportivo. Y luego otro optimista apertura: «Ambos queremos ampliarlo, se necesita paciencia, pero estoy seguro de que al final se llegará a un acuerdo». Es cierto, no hay prisa, pero a nadie le gustaría más retrasos: de aquí a final de temporada el Inter quiere una estrella en el pecho y un fichaje argentino.





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