A los quince minutos, una asistencia de Barella y el lateral nerazzurri marcó el gol del partido
El Inter va a la final de la Coppa Italia y mañana por la noche sabrán si probablemente desafiarán a la Fiorentina o al Cremonese. Los de Inzaghi vencieron a la Juventus en el partido de vuelta gracias a un gol de Dimarco, que ya había abierto el balón en la final de la Supercopa ante el Milan. Éxito merecido para Lautaro y sus compañeros porque el equipo de Allegri, recién llegado de tres nocauts seguidos en el campeonato, poco o nada hace por intentar ganar. Aún no había sido derrotado en esta 2022-23 por los nerazzurri. Perdió quizás el partido más pesado y con él la posibilidad de jugar la Coppa Italia en Roma el 24 de mayo. Para el Inter es un éxito “histórico”: en las cinco semifinales anteriores ante la Dama siempre había sido eliminado. Esta vez sin embargo…
GOL DE DIMARCO
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En el cuarto “capítulo” de la temporada entre Inter y Juventus, Inzaghi cambia nueve hombres respecto al triunfo del domingo en Empoli y en ataque alinea al capitán Lautaro y Dzeko, preferido a Lukaku, autor de dos goles al Castellani y “perdonado” por el presidente de la FIGC tras la doble amarilla y los episodios de racismo en la ida de Turín. Allegri no da puntos de referencia delanteros con Di Maria y Chiesa: el lesionado Vlahovic no está convocado, mientras que Milik se sienta en el banquillo. El marcador táctico es el de los otros derbis italianos de 2022-23: la Dama en la fase de no posesión espera la reanudación por la derecha quedándose completamente encerrada en su propio campo, con líneas estrechas que transforman el 3-5-1-1 en un 5-4-1. Así que fueron los nerazzurri los que armaron el partido y tuvieron su primera ocasión sensacional con un bonito centro de Barella en el que ni Lautaro (solo en el centro del área) ni Dzeko (inquietado por Bremer) lograron encontrar el desvío ganador. Después de unos diez minutos, la Juve levanta su centro de gravedad y presiona un poco: no quieren que el enfrentamiento se convierta en un monólogo, pero el Inter ahora se armó de valor y tomó la delantera. Verticaliza Calhanoglu para Barella que “pitea” espléndidamente por fuera a Dimarco: el lateral zurdo, mantenido en juego por Kostic, marca el 1-0 al 15′ y va a abrazar a Brozovic en el banquillo. El Meazza explota. Lautaro estuvo a punto de doblar con un disparo desde la frontal que Perin vio pasar por la espalda, mientras que Bonucci y sus compañeros “superaron” el primer disparo en el minuto 25 con un mate de Di Sciglio al costado de la portería de Onana. En el centro del campo es el Inter el que dicta la ley, con Rabiot luchando cuando Barella chirría detrás de él y Miretti sintiéndose incómoda. Inzaghi aprovecha la amplitud y se inclina sobre todo por la derecha, donde Dumfries es muy activo, pero no se abre paso o no encuentra la medida adecuada para el centro ganador. Allegri tiene poco a Di María, que no prende y no dispara a Chiesa, y los cambios de juego son esporádicos: las únicas ocasiones de peligro vienen así de las incursiones por la izquierda de Alex Sandro y Kostic, con el serbio llamando a Onana para ahorrar. Perín hace lo propio en un tiro lejano de Martínez y el Inter se adelanta 1-0 en el descanso.
CAMBIO MÁXIMO
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Al comienzo de la segunda parte Allegri decide hacer su formación más ofensiva desplegando a Milik por Kostic: Chiesa va por la izquierda, el polaco juega de delantero centro y Di Maria tiene libertad para variar. Miretti y Locatelli intentan rematar desde fuera, pero es el Inter el que se acerca al 2-0. Primero con un gol anulado por fuera de juego de Dzeko, luego un centro de Dumfries no desviado a puerta por Lautaro y finalmente con un gran golpe de Mkhitaryan sobre el que Perin realiza un auténtico milagro. Inzaghi quiere dar el hombro decisivo e inserta a Barella (que no sale arriba por una leve molestia muscular) y Dzeko por Brozovic y Lukaku, Allegri también mete a Paredes (por Locatelli, recién amonestado) y Danilo (por Bonucci) la refriega. La Juve intenta zafarse con un zurdazo de Di María, pero el disparo es central y Onana no se arriesga. Gosens y Correa entran por Dimarco y Lautaro: el objetivo del técnico nerazzurro es claro para tener energías frescas para afrontar el asalto final de los blanquinegros que también echan a Pogba a la palestra por Miretti. El francés sigue los pasos de Brozovic, pero sobre todo vuelve aún más ofensiva la formación (4-2-3-1). Calhanoglu, luchando con una molestia en el aductor, levanta la bandera blanca y entra Gagliardini. Onana desactiva un pase en profundidad de Milik sobre Chiesa golpeando bajo como un gato. Los últimos minutos son emocionantes, con la Juventus intentando quedarse más con el balón, pero sin tener las ideas claras. Y así el Inter vuela a la final sin arriesgarse nunca.
26 de abril de 2023 (cambio 26 de abril de 2023 | 23:03)
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