Inter, Inzaghi apuesta por Correa. Los Tucu a la caza de la redención

El técnico nerazzurri se centra en su protegido en el delicado partido de Champions ante el Barça. Para el argentino es la oportunidad de rehabilitarse ante los ojos de la afición

En un desafío que podría marcar el destino europeo del Inter, Inzaghi confía en el “muy fiel” Joaquín Correa. A pesar del momento delicado por decir lo menos, con la obligación de hacer un resultado para no comprometer las esperanzas de clasificación en la Liga de Campeones y sobre todo para revertir el rumbo después de las cinco derrotas maduradas en las últimas ocho salidas, el técnico nerazzurro decide centrarse en el hambre y en las ganas de redención de ese jugador que deseaba mucho a su llegada a Milán pero que hasta ahora no ha cumplido las expectativas, principalmente las de la afición. Un poco por elección, un poco por necesidad, Inzaghi se encuentra apostándolo todo por el relanzamiento de Tucu en un San Siro que últimamente no ha sido nada benévolo con el argentino, al que solo le queda repasar el morro de la última temporada en Lazio, aquella en la que firmó tres goles en Champions, incluido uno ante el Bayern en la ida de los octavos de final.

Necesitar

El momento es especialmente duro en los nerazzurri, los resultados no mienten. Además, Inzaghi tiene que lidiar con un ataque vendado entre Lukaku aún en recuperación, Lautaro con los músculos cansados ​​y Dzeko con riesgo de sobrecarga tras la prórroga de las últimas semanas (incluida la selección). De ahí que centrarse en Correa, el más fresco y saludable del paquete ofensivo, se convierta en una elección casi obligada, sobre todo en términos de planificación, porque el tour de force hasta el parón mundial acaba de comenzar y durante los próximos siete días habrá cara a cara. otros dos retos con el Sassuolo y de nuevo el Barcelona.

SEÑALES TÍMIDAS

Por supuesto, dada la importancia del desafío de esta noche, la opción de apostar por Correa sigue siendo una apuesta, una apuesta. Porque, dejando a un lado los problemas y la mala actuación del año pasado (6 goles repartidos en tres dobletes y 2 asistencias para un total de 1.317′ sobre el césped, apenas 106′ en Champions), el Tucu de momento no ha convencido ni siquiera en este primer vistazo de la temporada. Más allá de algunos destellos alentadores, como el gol de la segunda jornada ante el Spezia o la asistencia al gol con el que Dzeko abrió el marcador en Plzen, el argentino ciertamente no aprovechó las ocho oportunidades que le concedió el técnico. Al contrario, la última fotografía que queda en los ojos de la afición es el error del argentino en el primer partido de Champions ante el Bayern, un derechazo que, quién sabe, pudo haber reabierto los partidos. Pero ahora ya no hay margen para el error.

REMORDIMIENTOS

Que a la afición se le ha acabado la paciencia con Tucu, en cambio, se nota en un rápido recorrido por las redes sociales o simplemente prestando atención a los pitidos que le han reservado en las últimas apariciones en San Siro. El gol de Dybala y el posterior nocaut ante los giallorossi el pasado fin de semana no hicieron más que echar leña al fuego al volver a proponer las “puertas correderas” que hoy hacen masticar amargamente a la afición nerazzurri. Porque hace dos años fue Inzaghi quien impulsó la compra de Correa, que costó más de 30 millones, y porque la no venta del Tucu hace unos meses cerró las puertas a la posible llegada de Joya al Milán. Así que Correa también se ha convertido en el chivo expiatorio, aún más del agrado de esa parte de la afición que aún lamenta la no llegada de Dybala.

MUY FIEL

Sin embargo, la confianza de Inzaghi permanece intacta. El recuerdo de lo que hicimos juntos en Roma durante tres años evidentemente no se ha desvanecido y el técnico sigue convencido de que Tucu puede convertirse en el delantero que necesita este Inter. Al fin y al cabo, en los tres años que lleva con la camiseta biancoceleste, el argentino nunca ha bajado de las 15 aportaciones directas (goles y asistencias) por temporada, siempre ha sumado más de 35 partidos y metido la mano en los desafíos del cartel: el Tucu fue por ejemplo. decisivo en el primer año de la Lazio ante el Milan y en la final de la Copa de Italia ante el Atalanta, por no hablar de las dos asistencias en el derbi ganado por 3-0 o el gol decisivo en San Siro ante el Milan en la temporada siguiente. Tras la dificultad inicial para entrar en la biancoceleste, Correa se convirtió en un referente de la Lazio e Inzaghi, que en la última temporada en Roma le alineó como titular en 33 ocasiones de 38. En Milán la música ha cambiado lógicamente, culpa de un equipo decididamente competencia más feroz y la incapacidad del Tucu para entrar en los mecanismos nerazzurri. Ante el Barça será una nueva oportunidad de redención. Una oportunidad para cambiar su destino y el del Inter.



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