Inter gana de nuevo y baja al trío: Milan se queda atrás en -3

Lukaku, Mkhitaryan y Lautaro marcaron, sextos en los últimos siete partidos del argentino. Lovric no es suficiente para los friulanos. Inzaghi siempre segundo a +3 sobre Milán

El Inter se reinicia y olvida el decepcionante empate 0-0 del lunes en la Sampdoria. La victoria ante el Udinese no es un trámite como podría sugerir el 3-1 final porque el equipo de Inzaghi también corre el riesgo de hundirse en el marcador, pero al final los tres puntos, que les permiten mantener a distancia al Milán, son merecidos en el luminoso. de las 19 conclusiones contra 9 adversarios (7-1 los del espejo). El éxito lo firmaron el penalti de Lukaku, hazaña del hombre del partido, Henrikh Mkhitaryan, y el decimosexto gol de la temporada (13 en Serie A), de Lautaro Martínez, decisivo incluso cuando salió desde el banquillo. Para los nerazzurri, una bonita carta de presentación de cara al partido de ida de los octavos de final de la Champions el miércoles en San Siro ante el Oporto; para los friulanos, solo una victoria en los últimos 15 partidos de liga, la eliminatoria debe hacernos pensar en las oportunidades desperdiciadas en el contraataque y las dificultades ofensivas.

Dos goles y mucho Var

Respecto al empate 0-0 ante la Sampdoria, Inzaghi cambia a seis hombres y algunas pérdidas de balón son “pesadas” como las entre portería (Onana por fuera y Handanovic por dentro, titular tras 140 días), en la sala de control (Brozovic por Calhanoglu) y en ataque (Dzeko prefirió a Lautaro). Lukaku, en su segundo partido consecutivo desde el minuto 1, como no le ocurría desde agosto, tiene muchas ganas de hacerlo bien también para olvidar el rifirrafe de los Ferrari con Barella. Sottil frente al empate 2-2 ante el Empoli refresca al equipo con Ebosse, eliminado en el minuto 13′ por un problema en la rodilla que le obliga a salir llorando, y Thauvin, primero del once inicial. El francés, campeón del mundo en 2018, alterna con Pereyra en el rol de centrocampista ofensivo por detrás de Beto, pero tiene pocos balones jugables porque es el Inter el que juega el partido. Brozovic, de vuelta en el papel de mediapunta, lidera la maniobra porque la presión de los friulanos no es feroz y el regate nerazzurri no se ve perturbado. Barella pide penalti por un empujón de Udogie, pero Dionisi dice que no. El desenlace fue diferente 8 minutos después, en un contacto entre Walace y Dumfries, con el Var dando una mano al árbitro de L’Aquila al sugerir el penalti. Tras una primera parada de Silvestri sobre Lukaku, anulada por una entrada anticipada de Masina al área (todavía trabajando para el Var), el belga convierte con un zurdazo al córner: no celebra en la Serie A desde el 13 de agosto ante el Lecce , o 189 días lo hace. El Inter se confirma como el equipo de la Serie A que más goles marca en los primeros 30′. La desventaja no sacude a los invitados que son lentos, luchan en el medio contra la vivacidad de Barella y el regate de la pareja Brozovic-Mkhitaryan y, más en general, nunca logran disparar a Beto, sistemáticamente anticipado por Acerbi. El físico de los blanquinegros, que había sido un factor en la ida, esta vez no da resultado porque el Inter tiene algo extra. Sin embargo, los de Inzaghi no pueden volver al vestuario con la delantera porque Ehizibue entiende de antemano un pase de Lukaku a Mkhitaryan y comienza una reanudación que Pereyra orquesta de manera brillante con la asistencia de Lovric para el 1-1. Fue el único remate a puerta de los friulanos, pero les bastó para llegar al descanso en igualdad de condiciones.

Súper Micky

La segunda parte comienza con D’Ambrosio, ausente de la Serie A desde el 8 de octubre, en lugar del amonestado Darmian. Skriniar, en el banquillo, se salva de cara a la Champions. El Inter, que llega con bastante facilidad a la primera línea, intenta sacar más a menudo de espaldas a la portería de Lukaku, pero las oportunidades más importantes llegan gracias a Dumfries y Mkhitaryan. Silvestri se supera en una conclusión del armenio, disparada por Dimarco, luego Inzaghi juega sus cartas Lautaro y Calhanoglu para el belga y Brozovic, que sale bastante molesto. Sottil intenta picar con la velocidad del Éxito para el evanescente Thauvin porque sabe que su Udinese, aunque se esfuerce en defender, con Pereyra tienen calidad para reanudar cuando logran sortear la primera presión de los nerazzurri. El partido está más abierto de lo que parece dado que los patrones nunca ponen en aprietos al fuerte contrario y llegan cruces desde los carriles que los friulanos centrales rechazan con facilidad. Sin embargo, hace falta un gran Silvestri para frenar a Dzeko, que se ha librado en un remate de un robo de Mkhitaryan en Becao. El Udinese aún tiene fuerzas para la reanudación, pero no la lucidez para marcar el 2-1 y encesta un contragolpe de 4 contra 2 con un mal disparo de Success, tapado por Dumfries. La racha de peligro sacude al Inter que en la práctica pasa a la siguiente acción, con Calhanoglu que desvía a Dimarco, centro del lateral y conclusión ganadora de Mkhitaryan. Sottil durante el último cuarto de hora intenta una triple sustitución (Samardzic por Pereyra, Ebosele por Beto y Arslan por Lovric), mientras que Inzaghi intenta amortiguar con Gosens y Gagliardini en lugar de los pretendidos Dimarco y Mkhitaryan. Los friulanos presionan porque tienen más frescura en el centro del campo, pero arriesgan mucho ante un Lautaro lleno de energía. El Toro primero se come el 3-1 con una pérdida de Arslan y una asistencia de Barella, pero luego se redime y cierra el partido adelantándose a Bijol y superando a Silvestri con un buen saque de D’Ambrosio. Para el argentino es el sexto gol de los últimos siete en la Serie A. San Siro puede celebrar.



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