El objetivo de los nerazzurri es vaciar la enfermería antes de fin de año para devolverle a Inzaghi la plantilla completa. El italiano será el primero en volver a estar disponible, probablemente saliendo desde el banquillo ante el Udinese.
Tres semanas para poner fin a la emergencia. Éste es el horizonte temporal fijado para que los nerazzurri (un día más, un día menos) vacíen la enfermería que se ha llenado durante el último mes y devuelvan a Inzaghi con toda su plantilla. Las pruebas instrumentales a las que fueron sometidos De Vrij y Dumfries tras los problemas sufridos en el partido contra el Napoli ofrecieron un panorama aún no definitivo, pero lo suficientemente claro como para poder hipotetizar una especie de calendario para sus respectivas recuperaciones. En cuanto a los otros dos “pacientes”, Bastoni y Pavard, la cuenta atrás ha comenzado gracias a un calendario fluido: el primero ya ha fijado la fecha del 9 de diciembre, cuando volverá a aparecer en la plantilla del técnico Inzaghi, mientras que el francés tardará unos diez días más.
PALOS
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El defensa de Casalmaggiore ya se ha recuperado de la lesión en el gemelo que sufrió durante la concentración italiana hace unos días y ha retomado los entrenamientos habituales con el grupo a partir de hoy. Después de una parada de casi tres semanas y de un programa diferenciado, el brazo izquierdo de Inzaghi se ocupa de su faceta atlética y, como anunció el interesado el lunes por la noche, podrá volver a estar disponible para el partido del sábado contra el Udinese. Teniendo en cuenta los únicos tres días de trabajo completo hasta entonces, es fácil imaginar su salida del banquillo para entrar quizás en la última media hora y recuperar su puesto titular tres días después ante la Real Sociedad. En cualquier caso, Bastoni puede ser eliminado definitivamente de la lista de lesionados, noticia que alegra a Inzaghi mientras se ocupa de la mitad de la defensa enyesada.
PAVARDO
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Después de Bastoni, no faltará mucho para volver a ver al francés. Porque una vez retirado el aparato ortopédico, el ex jugador del Bayern ya ha vuelto a correr. Aún sin forzar, pero sin sentir dolor ni molestia alguna en aquella rótula luxada el pasado 5 de noviembre. Dada la naturaleza de la lesión y la zona afectada, el cuerpo médico nerazzurri prefirió actuar con cautela, pero la rodilla de Pavard reaccionó mejor de lo esperado, hasta el punto de suponer una pequeña aceleración en los tiempos de recuperación previstos. Por supuesto, todavía no hay nada seguro, porque todo dependerá de la fase de reatletización que comenzó hace aproximadamente una semana. Pero la esperanza es que Pavard pueda volver a estar disponible el 17 de diciembre contra la Lazio, o como máximo una semana después contra el Lecce. En cualquier caso, salvo circunstancias imprevistas, seguramente lo veremos de regreso en el campamento a finales de año.
DE VRIJ Y DUMFRIES
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Se sabrá más sobre los dos holandeses la próxima semana, cuando se someterán a nuevas pruebas instrumentales para evaluar la evolución de los problemas musculares sufridos el domingo por la noche. La tensión en el aductor de la pierna izquierda que se quejaba De Vrij parecía inicialmente más grave que la sufrida por Dumfries en el flexor del muslo izquierdo, pero sólo dentro de unos días se podrá evaluar mejor el alcance del problema. De momento, es posible para ambos una parada de unos veinte días, necesaria tanto para absorber la lesión como para recuperar la forma. Ambos tendrán una semana de descanso y sesiones de fisioterapia, para después (salvo imprevistos) una recuperación paulatina con sesiones personalizadas. La esperanza es poder volver a ver a ambos en acción el 29 de diciembre contra el Génova en el último partido oficial del año, pero sólo dentro de unos días se podrá hacer una estimación realista.
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