Club nerazzurro contra los revendedores. La petición para el partido de Champions del próximo martes rondaba los 500.000 cupones. Y a los que revenden sus entradas, dejen de suscribirse
El récord del Diablo puede ser impresionante, pero no durará ni una semana. Corta es la vida de la primacía histórica en la taquilla arrebatada por los rossoneri en el derbi de ida del miércoles, dado que ya el próximo martes, cuando el Inter juega en casa, escalarán aún más.
Tras romper el techo de los 10 millones, será posible superar el de 12: la cifra era impensable hace apenas unos meses y, en cambio, la fiebre de la Champions, alimentada por el regreso de esta noble ciudad batalla, ha invirtió la perspectiva. A nadie parece importarle más gastos en Milán.
LA EXPLOSIÓN
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Los 75.532 que asistieron al Milan-Inter aportaron a las arcas del Diavolo, para ser exactos, 10.461.705 euros: de momento este es el partido con mayor recaudación de la historia de nuestro fútbol. Se han superado los 9,1 del Milán-Tottenham, la ida de los octavos de final ganada por los rossoneri ante Conte hace tres meses. Es la muestra de que el aumento de la demanda, y por tanto de los precios, se ha vuelto galopante en este último tramo de la Champions. Las últimas cifras impresionantes, sin embargo, se desvanecen de cara al próximo lleno, ya alcanzado para la semifinal de vuelta que jugarán los nerazzurri como equipo anfitrión. El asalto a la taquilla online fue masivo, el acceso a los enlaces de venta no disminuyó, al punto que los nerazzurri calcularon que la demanda general de entradas rondaba las 500.000. No es ciencia ficción, es solo el Euroderby. En detalle, se habrían necesitado siete estadios de San Siro uno al lado del otro para satisfacer a todos; muchos nerazzurri que sueñan con la final de Estambul inevitablemente se quedarán fuera el martes. Los precios más altos en comparación con sus primos hicieron el resto y aquí están los cálculos precisos en viale della Liberazione: se espera que se alcancen con creces los 12 millones de recaudación y se actualice el récord. Para que se entienda, el último Clásico en el Camp Nou recaudó 8,2 millones con 95.745 espectadores: fue el mejor de España, pero un poco comparado con el Inter de Milán.
SIN DURAS
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Ante esta llamada solicitud “de época”, el Inter buscaba, por un lado, premiar a los seguidores veteranos en San Siro, pero por otro quería golpear a ciertos fanáticos, los vendedores, de manera decisiva. Desgraciadamente fueron tantos, hasta el punto de obligar al club a intervenir con una nota oficial: de hecho, el club ha comunicado que impedirá la renovación de abonos a los socios que, tras haber comprado legítimamente entradas para familiares y amigos en el en la fase de suscripción preferente, revéndalos luego a un precio más alto en canales secundarios de emisión de boletos. Precisamente para evitar estas desagradables sorpresas, se había prohibido el cambio de nombre aguas arriba, pero la facilidad con la que se pueden alterar los pdf no ha detenido a los astutos, atraídos por las ganancias fáciles (e ilegales). Evitar especulaciones y estafas se ha convertido, por tanto, en el objetivo: “Las entradas ofrecidas en sitios publicitarios y de venta privada serán canceladas y reembolsadas. Además, si se confirma la reventa por parte de un abonado, se suspenderá la posibilidad de renovar la plaza para 2023-24 o la afiliación a un Inter Club. Sí, el martes será un estadio muy rico como ningún otro pero, en la medida de lo posible, estará libre de especulaciones odiosas.
12 de mayo – 08:39
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