No hay que temer a la revolución digital a partir del último fenómeno, el de la inteligencia artificial agitada como un espectro porque amenaza con “robar” los puestos de trabajo de millones de personas. Más bien “hay que gobernarla y dirigirla con juicio y quién mejor que Europa e Italia, cuna del humanismo, puede tener un papel protagónico respecto a EEUU y Oriente, pilotando con las reglas esta revolución”. Mirando con confianza los “shocks tecnológicos” y los efectos en la sociedad “para orientarse hacia el bien” son los protagonistas de un nuevo encuentro organizado por el Cortile dei Gentili – una estructura del Consejo Pontificio para la Cultura, un dicasterio de la Santa Sede – dirigida por el cardenal Gianfraco Ravasi que lo imaginó como un lugar de diálogo incluso entre creyentes y no creyentes.
La digitalización no debe dejar a nadie atrás
El encuentro organizado por el Centro de Estudios Americanos de Roma para presentar el volumen «Digitalización. Por un nuevo Renacimiento italiano» comisariada por la directora francesco caio y el periodista Pierangelo Soldavini, firma autorizada del Sole 24 Ore sobre innovación. El libro parte de la fotografía de una época, la nuestra, marcada por continuas emergencias -como la pandemia, la guerra y la crisis energética- que han hecho comprender a todos la importancia decisiva de las herramientas digitales, que posibilitan relaciones y servicios cada vez más ágiles. flexibles y ofrecer productos personalizados y hechos a medida. Un reto que ahora sin embargo hay que gestionar para llevar a nuestra sociedad hacia la construcción de un mundo híbrido, que combine e integre las diferentes experiencias, físicas y digitales, sin dejar a nadie atrás.
Ravasi: «Mirar al futuro sin olvidar el pasado»
La introducción del cardenal Ravasi, presidente del Cortile dei Gentili y las conclusiones de Julián AmatoPresidente Emérito de la Corte Constitucional. El hombre de Iglesia subrayó cómo hoy hemos pasado del famoso «cogito ergo sum de Descartes que está en la base del pensamiento moderno hasta el presente Escribo suma ergo». «Un cambio de época radical -continuó Ravasi- que, como todos los grandes cambios de la historia, a partir de la edad del hierro o del bronce, insinúa la mano helada del miedo y la vacilación. Son reacciones legítimas pero que, como nos enseñó el humanismo de Petrarca -explica el cardenal-, se afrontan mirando al futuro con confianza sin olvidar el pasado”. Ravasi menciona en particular a Steve Jobs, quien en 2005 explicó a los estudiantes de Stanford que “soñaba para el futuro con el advenimiento de ingenieros del Renacimiento como Leonardo Da Vinci capaz de ser a la vez un técnico extraordinario y un artista sublime, combinando técnica y humanismo”.
Amato: «Hay Pilares de Hércules que no hay que superar»
Ante los temores por el advenimiento de tecnologías formidables como la inteligencia artificial, el cardenal dice tener confianza: “Porque el hombre siempre tendrá una sacudida de conciencia y se asegurará de que la tecnología nunca se haga cargo”. A las palabras del hombre de Iglesia se hace eco el jurista Giuliano Amato, que también ha dedicado muchos años de estudio a temas como estos: «No se debe satanizar la sustitución de algunas actividades por inteligencia artificial. Necesitamos asegurarnos de que otros trabajos tomen el lugar de los que la tecnología puede realizar como ya ha sucedido en el pasado. Sin embargo -advierte nuevamente Amato- hay una sustitución que no es admisible: en particular la vinculada a actividades y tareas donde entra en juego la creación y que la “cabeza artificial” no puede hacer porque sus algoritmos se basan en datos del pasado». En definitiva, para el presidente emérito de la Consulta, “hay un límite más allá del cual no se admite la sustitución por inteligencia artificial. Es cierto que las Columnas de Hércules se han ido más allá, pero en nuestra conciencia están y estarán siempre ahí y no vamos a ir más allá de ellas».
Europa e Italia, a la cabeza en la gestión del fenómeno
Dos directivos del calibre de Francesco Caio y di Frances Briapresidente del Fondo de Innovación-CDP Venture Capital así como el periodista Soldavini que fueron “moderados” en una larga conversación por el rector del Politécnico de Milán donatella sciutoPara Cayo, «se necesita calma y tiza. Lo importante es entender y manejar estos fenómenos. Y la UE puede intentar dirigir las nuevas tecnologías redistribuyendo también el valor que crean y que no se puede concentrar en unas pocas manos”. Para Soldavini «la UE con su cultura humanista puede afrontar esta realidad con las reglas adecuadas. Aquí en mi opinión -añadió- del cogito ergo sum citado por el cardenal Ravasi es necesario recuperar la cogito». Francesca Bria insiste precisamente en el «papel histórico que pueden tener en este sentido Europa e Italia, cuna del humanismo. En estos temas se hace necesaria una nueva Constitución para la era digital. Sin embargo, la UE no solo debe ser una gran máquina que produce reglas, sino que también debe ser capaz de funcionar en innovación».