Los últimos partidos de la fase de grupos se disputan desde el domingo. Y como en torneos anteriores, entra en juego un modo injusto. Se necesita reforma.
Desde 2016, la Eurocopa se disputa con 24 equipos en lugar de los 16 anteriores. Un torneo más largo, más naciones participantes, más ingresos para la UEFA. Un total de 16 de estos equipos también llegan a los octavos de final, sólo ocho equipos (los seis cuartos del grupo y los dos peores terceros del grupo) quedan eliminados tras la ronda preliminar. Hasta ahora, todo bien.
Sin embargo, el hecho de que este formato de torneo sea probablemente la mayor injusticia del Campeonato de Europa es un problema que rara vez se discute. Esta modalidad debería ser abolida.
¿Cuál es el gran problema? Al final de la tercera jornada se determinará quiénes son los cuatro mejores terceros clasificados. Para evitar acuerdos dentro de un grupo, la tercera jornada se jugará a la misma hora en cada grupo. Pero eso no ayuda mucho si los partidos de todos los grupos se juegan en días diferentes y se comparan las clasificaciones de los grupos.
Esto conduce a una ventaja significativa cuanto más tarde juegues. Mientras que los equipos de los grupos A y B aún no saben con certeza o no sabían cuántos puntos ser terceros en el grupo serían suficientes para avanzar con seguridad, los siguientes equipos pueden esperar, tomarse su tiempo y mirar los resultados de la competición y luego ajustar su estilo de juego si es necesario. ¿Por qué arriesgarlo todo cuando un empate es suficiente para avanzar? Una gran ventaja y una flagrante injusticia.
En teoría, dos equipos que juegan entre sí pueden coordinarse, mientras que un equipo que ya ha jugado tiene que quedarse de brazos cruzados y esperar a ver qué pasa en los demás grupos. Absurdo e injusto, pero inevitable.
¿Cuál podría ser la solución en el futuro? Se considera imposible volver a una modalidad con 16 equipos, en la que sólo avanzan los dos mejores del grupo. Lo más probable es que haya un aumento a 32 equipos, aunque esto supondría una dilución de la calidad deportiva.
Sin embargo, si nos fijamos en la actual Eurocopa, hasta ahora han sido los países pequeños, que rara vez disfrutan de un gran torneo, los que han emocionado y creado un espectáculo. Albania, Georgia y Rumania jugaron de manera refrescante.
Ocho equipos más como éste no perjudicarían mucho la calidad deportiva. Y el régimen injusto actual sería por fin cosa del pasado. No importa lo que decida al final la UEFA: se necesita una reforma urgente. Porque las cosas no pueden seguir como están ahora.