Sobre los más de 180.000 antiguos beneficiarios del Renta básica considerados “empleables” que perdieron el subsidio entre julio y agosto, sólo poco más de 33 mil -18,3%- se inscribieron en el Sistema de información para la inclusión social y laboral (Siisl), la plataforma que ofrece cursos de formación y empleo a beneficiarios de apoyo a la formación y al empleo. Desde el 1 de septiembre, día de lanzamiento del nuevo instrumento de política activa de empleo, se han cargado 63.423 solicitudes, incluidas 33.563 inscripciones presentadas por antiguos beneficiarios de rentas de ciudadanos (RDC).
En esencia, menos de uno de cada seis del público potencialmente interesado en los 59.613 cursos de formación tomó medidas para un total de 624.000 plazas cargadas en la plataforma que contiene más de 72.000 ofertas de empleo. Como se sabe, la Ley de Presupuestos 2023, anticipándose a la cancelación del Rdc a partir del 1 de enero de 2024, limitó la duración de la subvención a sólo 7 meses para los beneficiarios empleables: quienes la hayan perdido pueden sumarse al apoyo a la formación recibiendo 350 euros. por máximo durante un año mientras participa en cursos de formación. La respuesta de los expertos que siguen el expediente es que esta pequeña participación puede ser un indicador de la utilización generalizada del trabajo ilegal: los antiguos tutores de RDC trabajaban en la economía sumergida, ante la perspectiva de tener que actuar utilizando sus derechos gratuitos. Es probable que se haya perdido tiempo en cursos de formación. El pequeño número es también el resultado de abusos cometidos en el pasado: hay regiones, como Campania, en las que la tasa de parejas separadas que reciben la Rdc es aproximadamente un 12% superior a la media nacional, se cree que esta cifra esconde muchas separaciones de fachada. En cambio, una parte marginal pudo haber conseguido un empleo o haber optado por hacerse cargo de los servicios sociales municipales para seguir recibiendo el Rdc hasta fin de año y, a partir del 1 de enero de 2024, el subsidio de inclusión.
Entre los más de 60.000 inscritos en la plataforma presentada por la Ministra de Trabajo, Marina Calderone, el 1 de septiembre, hasta el momento se han subido más de 38.000 CV y se han cumplimentado 33.000 acuerdos de activación digital, el primer paso previsto por el procedimiento informático. Más de 10 mil se han adherido a los Proyectos de utilidad a la comunidad (Puc), que prevén el uso de al menos 8 horas semanales por parte de los Municipios en actividades de servicio comunitario, que también dan derecho a recibir el subsidio de 350 euros mensuales. Con el objetivo de favorecer la intersección entre la oferta y la demanda de empleo, la plataforma ha puesto en línea bases de datos que hasta ahora no se comunicaban entre sí, es una interfaz única para los distintos actores en diversas capacidades involucrados en las políticas activas de empleo, públicas y privadas. . «Se trata de un sistema modular en evolución – explica Massimo Temussi, presidente y director general de Anpal Servizi -, todavía se están implementando muchas funciones para responder a las necesidades provenientes de las regiones».
Pero si en el aspecto cuantitativo la plataforma comienza con números importantes, el siguiente desafío se juega en el terreno cualitativo. La oferta formativa debe ser de alta calidad. «Estamos en presencia de una encrucijada de plataformas existentes – afirma Francesco Seghezzi, presidente de la Fundación Adapt – y no de una nueva plataforma, y no hay ninguna selección de la oferta formativa propuesta. Entre los muchos cursos que se ofrecen también los hay muy cortos, pero si el objetivo es hacer empleable a una persona porque al cabo de 12 meses se acaba el subsidio, la formación debe ser realmente útil para encontrar trabajo.”