En previsión de la superación de la Renta de la Ciudadanía que entrará en vigor a partir de 2024, la maniobra de 2023 introdujo para los perceptores “empleables” una reducción de la duración máxima del subsidio de los 18 meses anteriores (prorrogables) a 7 meses, con la obligación de asistir, por un período de seis meses, a un curso de formación o de reciclaje profesional. En caso de no asistencia, se perderá el derecho a la prestación para el núcleo familiar. Pero esta obligación hasta el momento se ha quedado solo en el papel porque aún no se ha lanzado el plan con los lineamientos de los cursos de capacitación por parte del Ministerio del Trabajo.
Todavía no hay listas deshonestas de las regiones
En ese contexto, la obligación de las regiones de enviar las listas de sujetos que no cumplen con la obligación de asistencia a Anpal todavía está solo en el papel. La obligación, recordamos, atañe a los perceptores de la renta básica de entre dieciocho y sesenta y cinco años de edad, que no estén ya empleados ni jubilados, ni cursando estudios regulares, ni con discapacidades ni sobrecargados de cuidados. Se excluyen las familias en las que haya personas con discapacidad, menores de edad, personas de 60 años o más.
El público interesado es de 404 mil hogares
La audiencia de los “empleables” fue cuantificada por la ministra de Trabajo, Marina Calderone: “el 1 de enero de 2023, los hogares ocupados con derecho a siete meses de renta eran 334.000, que pasaron a ser 404.000 con entradas mensuales”. Vale recordar que la ventana de siete meses es “móvil”, esencialmente para quienes comenzaron a recibir el apoyo a la renta a partir del 1 de enero de 2023 vence en julio, si inicia en febrero vencerá en agosto y así sucesivamente, hasta la fecha de 31 de diciembre de 2023 cuando dejará de existir la Renta de Ciudadanía y se implantará una nueva herramienta de lucha contra la pobreza y de inclusión laboral, que está siendo desarrollada por el Ministerio de Trabajo. Por tanto, será imposible para quienes finalicen el Rdc en julio -o en los meses inmediatamente posteriores- cumplir con la obligación de asistir a un curso de formación durante seis meses, salvo que se inserte una obligación en el decreto de desarrollo posterior a la conclusión del subvención.
Todavía incierto sobre el momento del plan de entrenamiento
En cuanto a la emisión del plan de formación, el ministro aseguró: «Estamos trabajando en ello. Necesitamos poner manos a la obra en un tema, el de la formación, que en los últimos años no se ha implantado del todo. En efecto, son muy pocos los casos en los que ha habido formación y políticas activas para los perceptores de la Renta de la Ciudadanía y para los desempleados en general”. Cuando se le preguntó cuándo comenzarán los cursos para los perceptores de la renta del ciudadano que estén en condiciones de trabajar, respondió “pronto”, sin señalar, sin embargo, la fecha límite. cursos de formación o reciclaje, sin que nadie se moleste en hacer cumplir esta obligación y sancionar su incumplimiento.
Menos de la mitad de los que pueden emplearse tienen estipulado el Pacto por el trabajo
Según el último monitoreo de Anpal, que data del 30 de junio de 2022, de los 2,3 millones de asalariados (1 millón de hogares), 920.000 se consideran aptos para trabajar. De ellos, tras un cribado inicial de los centros de empleo, había que atender a 660.000 (72%), pero sólo 280.000 (42,5%) entraron en el pacto de empleo que es el primer paso de activación. Ni siquiera la mitad, entonces. 173 mil (18,8%) parecen tener trabajo, ya los ocupados trabajadores pobres que siguen recibiendo el subsidio se suman unos 40 mil que han perdido el derecho, porque han excedido los límites de ingresos de la RDC.