“Por supuesto que lo pensarás. ¿Existe todavía vida sin estómago? Inge (51) descubrió cuando tenía 48 años que había heredado el peligroso gen CDH1 del cáncer de estómago. Decide extirparse el estómago antes de que desarrolle cáncer, consejo que también reciben los belgas con la mutación genética. El procedimiento cambió la vida de Inge para siempre. “Si tengo que viajar ahora, no como nada. No quiero que nada salga mal en el camino”.
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Inge (51) heredó un gen cancerígeno de su padre: “No lo dudé ni un segundo. Ese estómago tuvo que desaparecer”
