ING reservó 834 millones de euros en el primer trimestre de este año a causa de la guerra en Ucrania. Ese dinero está destinado a préstamos de los que el banco ya no espera el reembolso, el llamado bote de soga. Como resultado, las ganancias se han reducido a más de la mitad, según el cifras trimestrales desde el banco.
ttn-es-19