Voy al colegio electoral con mi hijo de tres años. La señora que me da la boleta dice que mi hijo puede pasar a la cabina de votación. “Él es demasiado pequeño para influir en ti de todos modos”. Pensando en un futuro incierto por el cambio climático, la polarización y la creciente desigualdad, miro a mi hijo. No creo que nadie tenga más influencia en mi voz que él.
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Una versión de este artículo también apareció en el periódico del 17 de marzo de 2023.