Certificados a enviar. Cálculo de ahorro energético. Procedimiento de utilización de créditos fiscales. En 24 artículos y anexos, el decreto de aplicación del plan Transición 5.0, cerrado estos últimos días por los ministerios competentes y ahora examinado por el Tribunal de Cuentas, interviene en todos estos aspectos. Las normas podrían entrar en vigor a finales de julio o, más probablemente, como afirmó el ministro de Empresa y Made in Italy, Adolfo Urso, antes del receso de mediados de agosto. Tras la aprobación de los magistrados de contabilidad, el decreto se publicará en el sitio web del ministerio y sólo dentro de los próximos diez días llegará una nueva disposición del Mimit que fijará los plazos a partir de los cuales las empresas podrán activar el procedimiento de solicitud.
La documentación
En resumen, los incentivos se refieren a proyectos de innovación que garantizan determinados ahorros energéticos y se concederán dentro del límite de gasto de algo menos de 6.300 millones de euros (1.000 millones para 2024, 3.100 millones para 2025 y 415,8 millones para cada uno de los años de 2026 a 2030). . El tipo máximo es del 45% y el límite máximo de costes subvencionables se fija en 50 millones. Todas las empresas residentes en Italia y las organizaciones permanentes de entidades no residentes son elegibles, en cualquier forma jurídica, sector, tamaño o régimen fiscal, para determinar los ingresos empresariales. La documentación solicitada deberá enviarse a la plataforma informática Transición 5.0, accesible a través de Spid, en el sitio web de GSE (Energy Services Manager), utilizando los modelos que estarán disponibles en el propio sitio web dentro de los cinco días siguientes a la entrada en vigor del decreto.
La empresa interesada deberá enviar previamente una comunicación preventiva con información del proyecto, acompañada de una certificación ex ante (peritaje jurado) sobre los objetivos de ahorro energético. La GSE, tras haber efectuado controles, incluida la existencia de recursos residuales, comunica a la empresa en un plazo de cinco días el importe del crédito fiscal potencialmente adeudado. Dentro de los 30 días siguientes a la recepción de la comunicación del importe del crédito fiscal contabilizado, la empresa envía una comunicación intermedia sobre inversiones, certificando que al menos el 20% se ha gastado mediante pago anticipado. En un plazo de cinco días más, el GSE comunica el resultado de los controles y, si la inversión es inferior a lo dicho ex ante, vuelve a determinar la “bonificación” a la baja.
Sin embargo, la mayoría de los cargos documentales se activan una vez finalizada la inversión. Una vez finalizado el proyecto (y en cualquier caso antes del 28 de febrero de 2026), la empresa envía una comunicación específica acompañada de una certificación del cumplimiento de las obligaciones establecidas en el Pnrr (por ejemplo, sobre la restricción medioambiental DNSH); de una certificación ex post sobre el logro de los resultados que hubieran sido anunciados ex ante; una tasación jurada sobre la interconexión de los bienes de capital adquiridos al sistema de gestión de producción de la empresa o a la red de suministro; una certificación contable sobre el soporte real de los gastos subvencionables. En total, por tanto, son ocho comunicaciones, atestados y tasaciones.
El período y el uso de obstáculos.
Podrán optar a los beneficios los proyectos iniciados a partir del 1 de enero de 2024 y finalizados antes del 31 de diciembre de 2025. La fecha de inicio es la del primer compromiso jurídicamente vinculante de ordenar los activos en inversión. Mientras que el proyecto se da por finalizado en tres casos diferentes. En lo que respecta a los bienes de capital tangibles e intangibles (los mismos que también se aplican al Plan 4.0), se aplica el artículo 109 del TUIR. En el caso de bienes destinados a la autoproducción de energía a partir de fuentes renovables destinados al autoconsumo, se deberá considerar la fecha de finalización de las obras de los sistemas. Finalmente, en el caso de la formación, la referencia es la fecha de realización del examen final. Es relevante -y da a las empresas un poco más de margen de maniobra- que en el caso de las plantas de energía renovable la entrada en funcionamiento pueda tener lugar hasta un año después de la finalización del proyecto de innovación.