Todos los cráneos fueron interceptados en el aeropuerto Charles de Gaulle de París, el aeropuerto internacional más grande del país. Los funcionarios de aduanas anunciaron el jueves a través de X, antes Twitter, que habían encontrado los cráneos durante “varias incautaciones” en un período de siete meses.
Los cráneos, enviados principalmente desde Camerún, se dirigían a Estados Unidos para coleccionistas que querían preservarlos o como premios y obsequios para clubes de caza.
Comprar y vender cráneos de animales suele ser ilegal, aunque mucho depende de si se trata de una especie protegida o amparada por tratados y regulaciones.
“El comercio de especies protegidas es uno de los negocios más rentables después de las drogas, las armas y las personas, con beneficios que oscilan entre 8.000 y 20.000 millones de euros al año”, afirmó Gilbert Beltrán, director interregional de aduanas de Roissy.
En total, la aduana incautó 718 cráneos de animales ilegales en siete meses. Algunos paquetes también contienen ejemplares enteros, cabezas, antebrazos o manos de primates, todos ellos destruidos por motivos de salud. Además, también se interceptaron otras especies animales como nutrias, gatos, lagartos monitores y aves rapaces.