Tom Saintfiet (50), seleccionador nacional de Gambia, vivió el terremoto de Marrakech desde primera fila. Su selección se vio obligada a dormir alrededor de la piscina del hotel dañado durante las últimas dos noches. Con miedo, al menor sonido son catapultados de regreso a esa terrible noche. E incomprensible: volver a casa no es una opción. La Asociación Africana de Fútbol obligó a Saintfiet a disputar el partido de la ronda preliminar de la Copa Africana contra Congo-Brazzaville. En medio de la zona del desastre. “Esto es inaceptable e irrespetuoso. Pero aparentemente el espectáculo debe continuar”.
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