La comisión electoral de Pakistán prohibió a Imran Khan ocupar el cargo por supuestamente declarar incorrectamente sus activos en un caso contencioso que amenaza con avivar las tensiones políticas en el país.
El partido Pakistan Tehreek-e-Insaf de Khan confirmó el juicio de la comisión electoral al Financial Times el viernes y agregó que impugnaría la decisión en el tribunal superior de Islamabad.
La comisión aún no ha emitido un juicio completo por escrito. El caso se refiere a las acusaciones de que Khan violó la ley al vender obsequios que había recibido mientras era primer ministro. Él niega haber actuado mal, mientras que algunos expertos legales cuestionaron si el caso sobreviviría a un desafío.
“La comisión electoral de Pakistán es completamente progubernamental”, dijo Iftikhar Durrani, líder del PTI. “Verás al público salir y protestar. Cada vez habrá más tensión en todo Pakistán”.
La decisión establece un enfrentamiento tenso entre Khan, una ex estrella de cricket, y el primer ministro Shehbaz Sharif, con los líderes del PTI llamando a sus seguidores a protestar en todo el país.
Sharif reemplazó a Khan en abril después de que el célebre deportista perdiera una moción de censura en el parlamento. Pero la popularidad de Khan ha aumentado después de que criticara lo que, según él, era una conspiración respaldada por extranjeros para expulsarlo.
Muchos analistas creen que Khan es el candidato más popular en las elecciones que deben realizarse a fines del próximo año.
Si bien los líderes del PTI dijeron que la decisión descalificaría a Khan por hasta cinco años, lo que podría descartarlo de las elecciones, Asad Rahim Khan, un experto legal con sede en Lahore, dijo que esperaba que el juicio prohibiera a Khan solo mientras el el parlamento actual se mantuvo en vigor.
El experto legal argumentó que no esperaba que el fallo sobreviviera a los tribunales superiores. “Es una decisión bastante débil y será difícil de sostener en la etapa de apelación”, dijo.
El ex primer ministro se ha enfrentado a varios desafíos legales mientras estuvo en la oposición, incluido el haber sido acusado de terrorismo por los comentarios incendiarios que hizo. Esos fueron finalmente eliminados.
Pero los analistas esperan que el juicio del viernes inflame las tensiones políticas en Pakistán, que ya está lidiando con una de las peores crisis económicas de su historia.
Desde que Sharif asumió el cargo, ha tenido problemas con un aumento en los costos de importación luego de la invasión rusa de Ucrania y las inundaciones catastróficas que se estima que causaron decenas de miles de millones de dólares en daños.
Los bonos paquistaníes se han desplomado por temores de que el país, que debe unos 130.000 millones de dólares en deuda externa, se vea obligado a reestructurar préstamos.
En una entrevista con el FT este mes, Sharif dijo que el país necesitaría miles de millones más en préstamos para reconstruir la infraestructura dañada por las inundaciones.
Sharif advirtió sobre la creciente volatilidad política en el país. “Obviamente estamos preocupados porque si hay insatisfacción que conduce a una inestabilidad política más profunda y no somos capaces de lograr nuestros requisitos y objetivos básicos, esto obviamente puede conducir a problemas graves”, dijo.