(Il Sole 24 Ore Radiocor Plus) – La carga fiscal sobre el trabajo se ha aliviado un poco en Italia, pero el gravamen, incluidos los impuestos sobre la renta y las contribuciones, sigue siendo uno de los más pesados del mundo industrializado, especialmente en el caso de los trabajadores con hijos. Según el informe ‘Taxing Wages’ de la OCDE, en la Península la cuña fiscal, es decir la diferencia entre el coste para el empresario y la retribución neta percibida por el empleado -en 2021 fue igual al 46,5%, 0,4 puntos menos en comparación con 2020 y coloca a Italia en el quinto lugar entre los 38 países que se adhieren a la Organización, con una mejora en una posición en comparación con el ranking anterior.
Promedio de la OCDE en 34,6%, Bélgica por encima del 50%
La media de la OCDE se mantiene prácticamente sin cambios en el 34,6% (-0,06%), pero de hecho en 2021 la cuña fiscal aumentó en 24 países, disminuyó en 12 países y se mantuvo sin cambios en dos. Como explica el informe, el año que vio la recuperación de la economía tras el shock provocado por la pandemia, llevó en la mayoría de los países a una reducción de las medidas fiscales anticrisis y concesiones introducidas por los gobiernos y al mismo tiempo aumentó los salarios medios y en consecuencia la tributación. El impuesto al trabajo más caro entre los países avanzados en 2021 fue el de Bélgica (cuña del 52,6 %), seguido de Alemania (48,1 %), Austria (47,8 %) y Francia (47 %). El paraíso fiscal, en términos de impuestos laborales, es Colombia (cero), seguido de Chile (7%) y Nueva Zelanda (19,4%).
Italia ocupa el segundo lugar en contribuciones patronales
La cuña fiscal italiana, sin embargo, disminuyó 1,4 puntos entre 2019, cuando alcanzó el 47,9% y 2021 y es una de las mayores reducciones en el área de la OCDE, donde de media la disminución respecto al anterior Covid fue de 0,3 puntos. La cuña italiana igual al 45,6% – en el caso de un trabajador soltero con salario medio – se alcanza sumando el 15,3% de incidencia del IRPF (OCDE 13%), el 7,2% de cotizaciones a pagar del trabajador (OCDE 8,2% ) y el 24% de las cotizaciones pagadas por el empleador (OCDE 13,5%). Solo Francia, con un 26,6%, tiene una mayor incidencia en este último caso. Incluso en Italia, la tasa global sobre una familia de renta única con hijos es inferior a la del trabajador soltero, pero con un 37,9%, un aumento de medio punto, la Península se confirma muy por encima de la media de la OCDE (24,6%, un 0,4% menos). puntos) y ocupa el cuarto lugar en el nada encomiable ranking, precedido por Francia (39%), Finlandia (38,6%) y Turquía (38,3%). Las asignaciones y desgravaciones por hijos que tienden a reducir la carga fiscal de los trabajadores con hijos, en Italia son, además, inferiores (8,6 puntos porcentuales) a la media de la OCDE (10 puntos). Si entonces en una familia con dos hijos, los ingresos del trabajo son dos (uno igual al 100% del salario medio y el otro al 67%), la cuña global en nuestro país es del 40,9% frente a la media de la OCDE del 28,8% y por ejemplo el 16,8% de Suiza o el 17,3% de Nueva Zelanda o el 17,9% de USA, sin mencionar el -6% de Colombia y el -8,6% de Chile (en el sentido de que se pagan beneficios y no se pagan impuestos). En este caso, las autoridades fiscales italianas comparten el segundo lugar con Francia y Alemania por el peso de la tasa, lo que hace que Bélgica (45,2%) vuelva a sobresalir a pesar de sí misma.
El cheque de pago de rayos X
Mirando el cheque de pago, el trabajador soltero promedio en Italia trae a casa un salario neto equivalente al 70,4% del salario bruto frente al promedio de la OCDE del 75,4%, lo que refleja una tasa de impuesto a la renta promedio de 20,1% (OCDE 14,9%) y un salario social. tasa de seguridad del 9,5% (OCDE 9,7%). En la familia con dos ingresos del trabajo y dos hijos, teniendo en cuenta las relativas concesiones y deducciones, el gravamen respecto al salario bruto es del 18,3% frente al 13,1% de la OCDE y por tanto el salario neto que llega a casa es igual a ‘ 81, 7% de bruto contra el promedio de la OCDE 86,9%. Finalmente, llegando a los datos armonizados en dólares sobre salarios y costes laborales, Italia cae en el ranking, especialmente en el caso de los salarios netos. El coste laboral anual en el caso de nuestro trabajador soltero medio en Italia es igual a 68.848 dólares en paridad de poder adquisitivo frente a los 58.280 dólares de la media de la OCDE. Ocupa el puesto 15 del área, con un nivel superior al de EE. UU. (68.077 dólares), Canadá, Australia, Corea, Japón (60.000) y España (57.000). Al mismo tiempo, está muy por debajo no solo de Suiza (en primer lugar con 89.841 dólares), sino también de Alemania (85.370 dólares) y Francia (77.248 dólares). El salario bruto anual, el que ves en la nómina, en Italia equivale a 52.324 dólares en paridad de poder adquisitivo y sitúa a la Península en el puesto 19, exactamente en la mitad del ranking entre los 38 países de la OCDE, donde la media es igual. a $50.223, pasando de un máximo de $84.437 en Suiza a un mínimo de $13.877 en Colombia. El salario después de impuestos es de 36.280 dólares en paridad de poder adquisitivo frente a los 37.063 dólares de la media de la OCDE y sitúa a Italia en el puesto 22. Detrás de Italia está España, con 35 mil dólares. Suiza siempre ocupa el primer lugar con más de 69 mil dólares, Holanda y Luxemburgo superan los 53 mil dólares, Reino Unido e Irlanda rozan los 50 mil, Estados Unidos roza los 49 mil, Alemania 44.300 y Francia 41 mil. En la parte inferior del ranking, Colombia, nuevamente con 13.877 dólares, porque el empleado con el salario promedio no pagó impuestos sobre la renta el año pasado y se consideran para fines estadísticos los aportes para pensión y salud en el sistema mixto público-privado del país. no impuestos.- obligatorio.