El W13 de Brackley en Imola tiene cambios menores en la parte inferior para tratar de reducir la distancia al suelo. Lo cual, por marsopa, no le permite extraer el potencial del auto evidente en el simulador.
El domingo, la carrera de Imola, primera cita europea del mundial de 2022, tiene un valor crucial para Mercedes, muy superior a sus rivales directos Red Bull y Ferrari. La clasificación actual refleja la confiabilidad del W13, gracias a la cual el equipo de Brackley pudo capitalizar los problemas del RB18 diseñado por Newey. No obstante, se pone de manifiesto de forma implacablemente clara lo lejos que están los problemas de este coche de haber encontrado, tras las tres primeras vueltas, una solución definitiva. Por tanto, tendría sentido, mirando desde fuera, introducir medidas correctoras eficaces lo antes posible. En realidad, seguir este camino es mucho más complejo de lo que parece, debido a la naturaleza de las criticidades intrínsecas de este proyecto.